El día de Reyes en México
Cuenta Guillermo Prieto en sus Cuadros de Costumbres que la vAi??spera del DAi??a de Reyes no habAi??a casa en la que los niAi??os no actuaran como niAi??os obedientes, pidiesen permiso para todo y fueran amables con las visitas, haciendo asAi?? mAi??ritos para recibir los juguetes que antes pidieron a los Reyes Magos y no la tarjeta negra que solAi??an dejar a quienes se comportaron mal, mientras a escondidas los padres discutAi??an respecto al obsequio que cada hijo iba a recibir.
Cantorales del siglo XIX en la Catedral de México
Mientras que afuera de la Catedral de la ciudad de MAi??xico se desarrollaba la hazaAi??a libertaria que separA? a la Nueva EspaAi??a de su matriz imperial y permitiA? el nacimiento de una naciA?n independiente, dentro de la Iglesia metropolitana se celebraban las misas y los oficios divinos que se habAi??an practicado a lo largo de los tres siglos de dominaciA?n hispana y, mA?s aA?n, se seguAi??an elaborando y comprando libros de coro o cantorales para cantar las alabanzas a Dios y ataviar el culto.
La expulsión del delegado papal en 1923
A?lvaro ObregA?n tomA? posesiA?n de su cargo como presidente de MAi??xico el 1A? de diciembre de 1920. Para entonces la relaciA?n que existAi??a con la Iglesia catA?lica no era del todo armoniosa pues la reciAi??n promulgada ConstituciA?n de 1917 acotaba el poder de la instituciA?n eclesiA?stica.
¿Y dónde está el Plan de Guadalupe?
Ing. Venustiano Carranza Peniche
Revista BiCentenario #6
CrecAi?? en el seno de una familia marcada por la figura y el recuerdo de un antecesor ilustre. Aunque yo no tuve la oportunidad de conocerlo, las historias que escuchAi?? desde niAi??o han llenado mi existencia y de algunas quisiera dejar testimonio pues me parecen no sA?lo interesantes, sino tambiAi??n significativas y no desearAi??a que se perdieran. Sobra decir que a la vez aprendAi?? a admirar al abuelo, y que lo que he leAi??do y estudiado despuAi??s sobre su persona y su vida han ratificado mi admiraciA?n.
La jura de don Agustín I en la Cartago de 1823
En la Muy Noble y Muy Leal ciudad de Santiago de Guatemala, capital de la Real Audiencia y CapitanAi??a General, la gente hablaba sobre los sucesos en la AmAi??rica hispana.
Empresarias y tandas
Semana tras semana: seleccionar un nuevo repertorio, contratar a los actores, mantener la disciplina en los ensayos, tener a mano a los sustitutos, encender las marquesinas aun en tiempos de guerra, difundir desde dentro la luz hacia las calles ocupadas por la noche, recibir a un pA?blico caprichoso e inconforme, sobrevivir a la censura, administrar la austeridad…
Tranvías, automóviles, bicicletas y colonias nuevas en la ciudad de México a fines del Porfiriato
Si viAi??ramos a la ciudad de MAi??xico como un cuerpo humano, las veredas, canales, calles y calzadas serAi??an las arterias por donde circula el fluido vital: individuos, animales, vehAi??culos, materias primas y mercancAi??as.
Miradas extranjeras
El fenA?meno de la RevoluciA?n llamA? la atenciA?n de diversos extranjeros que por alguna razA?n estuvieron en MAi??xico. Las grandes movilizaciones populares despertaron su interAi??s y curiosidad por entender lo que estaba pasando en nuestro paAi??s. Periodistas, polAi??ticos, diplomA?ticos e inmigrantes, entre otros, describieron a los protagonistas en distintos momentos de la lucha. Sus testimonios son singulares pues presenciaron los sucesos en que aquAi??llos participaron y subrayan la simpatAi??a o antipatAi??a que sintieron.
La compañía de los emulantes. Una milicia infantil durante la Guerra de Independencia
Esta vista es posible desde el cerro del ChapulAi??n; desde un salA?n del castillo de Chapultepec, y aunque su mirada va en esa direcciA?n, don Juan Nepomuceno Almonte, Gran Mariscal de la corte que Maximiliano de Habsburgo ha instaurado en MAi??xico, no estA? disfrutando del paisaje, sino que mA?s bien estA? absorto en sus pensamientos; con una misiva reciAi??n leAi??da en la mano diestra, su imaginaciA?n vuela a los tiempos de antaAi??o, salta a los dAi??as en que participA? en las batallas para lograr la independencia de la Nueva EspaAi??a, a su infancia medio siglo antes.