La celebración del Centenario de la Independencia en San Ángel
El gobierno del general Porfirio DAi??az organizA? las fiestas del primer Centenario de la Independencia de MAi??xico con esmero y un amplio programa de eventos.
Insurgentes de color quebrado
En estos meses en los que se ha venido celebrando la Independencia de MAi??xico, se han recuperado los acontecimientos en los que participaron distintos miembros de la sociedad del momento, desde los llamados hAi??roes nacionales hasta la sociedad en su conjunto. Sin embargo, un grupo de novohispanos no ha sido tan mencionado pero tambiAi??n participA? en esta lucha insurgente: la poblaciA?n de origen africano.
De cómo la gente se agolpaba para comprar carne a principios del siglo XIX
Hoy en dAi??a, cuando la carne tiene un precio tan alto que resulta inaccesible para las grandes mayorAi??as, apenas se puede creer que en el siglo XVIII y hasta los primeros meses de la insurgencia, fuera uno de los productos de mayor consumo y menor precio para los habitantes de la ciudad de MAi??xico.
La jura de don Agustín I en la Cartago de 1823
En la Muy Noble y Muy Leal ciudad de Santiago de Guatemala, capital de la Real Audiencia y CapitanAi??a General, la gente hablaba sobre los sucesos en la AmAi??rica hispana.
La compañía de los emulantes. Una milicia infantil durante la Guerra de Independencia
Esta vista es posible desde el cerro del ChapulAi??n; desde un salA?n del castillo de Chapultepec, y aunque su mirada va en esa direcciA?n, don Juan Nepomuceno Almonte, Gran Mariscal de la corte que Maximiliano de Habsburgo ha instaurado en MAi??xico, no estA? disfrutando del paisaje, sino que mA?s bien estA? absorto en sus pensamientos; con una misiva reciAi??n leAi??da en la mano diestra, su imaginaciA?n vuela a los tiempos de antaAi??o, salta a los dAi??as en que participA? en las batallas para lograr la independencia de la Nueva EspaAi??a, a su infancia medio siglo antes.
De vuelta a la vida cotidiana
Ma. Esther Pérez Salas – Instituto Mora En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 1 Una vez concluidas las festividades de la Consumación de la Independencia, los habitantes capitalinos de la flamante República Mexicana retomaron sus actividades, quedando en la memoria Te Deums, verbenas y discursos celebratorios. Al igual que había sucedido durante el periodo virreinal, plazas, iglesias, canales, conventos, garitas, acueductos, mansiones y jacales continuaron siendo el marco en el que se desarrollaba la agitada vida de los capitalinos de las primeras décadas de vida independiente. Las plazas y las calles eran A?reas privilegiadas en las que sucedían distintos acontecimientos, ya que eran lugares de encuentro, de recreo, de intercambio, de compra-venta, al igual que mudos testigos de asesinatos, ejecuciones y enfrentamientos militares, lo que nos lleva a considerar que se disfrutaba y vivía la Ciudad de México con intensidad. Son los acontecimientos cotidianos en las plazas y…
Los últimos días del Cura Hidalgo
El 23 de abril de 1811 los habitantes de San Felipe el Real de Chihuahua se arremolinaron en las principales calles de la villa para ver pasar a ai???la colleraai??? que habAi??a llegado de Monclova
¡Manos arriba! El bandolerismo durante la guerra de Independencia
Al estallar la revoluciA?n de 1810, los A?nimos exaltados tanto como la indisciplina y el desor den que se fueron extendiendo facilitaron los movimientos de los bandidos.
Modas y censura en la época de la independencia
Un articulista anotA? en el periA?dico Diario de MAi??xico: ai???Aunque en todos los tiempos haya reinado la moda, en el presente estA? sobre muy distinto pie su imperio: antiguamente mandaba el gusto en la moda; y hoy manda la moda en el gusto.ai??? Si bien estas palabras podrAi??an describir el impacto que las modas tienen en la sociedad actual, se publicaron en 1806 y su autor intentaba demostrar que ejercAi??an un amplio dominio en el estilo de vida de su Ai??poca.
Poesía y guerra: Querétaro en 1808 y 1810
Un correo de la Ciudad de MAi??xico llegA? a QuerAi??taro en la madrugada del 13 de octubre de 1808, avisando de la sublevaciA?n del pueblo espaAi??ol en contra de los franceses. Anunciaba que lo habAi??an derrotado por completo.