El arte de Benigno Montoya en el panteón de Durango
Pilar Alanís Quiñones En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México / Durango, 450 años de historia, edición especial. También conocido como Panteón de Oriente, el cementerio de la capital estatal es un espacio escultórico único en México que se debe a las obras –en su mayoría imágenes esculpidas de ángeles–, de este artista. Para preservarlo, ha sido declarado Museo de Arte Funerario Benigno Montoya. El Panteón Civil de Durango, llamado también Panteón de Oriente por su ubicación al este de la ciudad, fue fundado poco tiempo después de la promulgación del decreto juarista que secularizó los cementerios. Puede observarse en la placa ubicada a la entrada del inmueble, que fue puesto al servicio del público en 1860. La paz porfiriana del último tercio del siglo XIX permitió que con la ausencia de un canon rector y de estilos hegemónicos impuestos, floreciera un arte popular en donde los maestros constructores acuñaron su…
El dibujo se populariza en el siglo XIX
María Esther Pérez Salas C. Instituto Mora En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 21. La proliferación de la enseñanza del dibujo fue mucho más allá que formar a grandes artistas. Se impuso en distintos estratos sociales, y entre niños y mujeres, de la mano de maestros extranjeros. Las clases personalizadas y los manuales fueron las claves para el aprendizaje. Tanto en Europa como en México, se consideró desde finales del siglo XVIII que la enseñanza del dibujo era fundamental para el buen ejercicio de cualquier actividad. No importaba si el alumno se interesaba por el arte o la artesanía, o por estudiar medicina, abogacía o ciencias. Lo transcendental era que mediante el dibujo se expresaba el gusto por la belleza el cual llevaría a perseguir grandes ideales. Desde el punto de vista escolarizado, en un principio se destacó que mediante el dibujo se desarrollaba la capacidad…
Una capital porfiriana. Mérida “à la parisienne” (1860-1914)
Emiliano Canto Mayén / Universidad Autónoma de Yucatán BiCentenario #16 La ciudad de Mérida, se modernizó a la francesa a finales del siglo XIX y principios del XX. Se afirma lo anterior, debido a que la élite política y cultural yucateca rompió, en este periodo, con las características más emblemáticas de esta urbe de origen colonial y reemplazó esta tradición constructiva con las ideas y preceptos de la metrópoli francesa. Así, el trazado de las calles dejó de ser el que se había cumplido religiosamente desde su fundación, las residencias se ornamentaron con motivos arquitectónicos neoclásicos y los espacios y dependencias públicas se volvieron laicos. En esta misma lógica, la infraestructura, los servicios y medios de transporte que se introdujeron entre 1860 y 1914 buscaron hacer de la Ciudad Blanca una capital limpia, ordenada y cómoda y pregonaron que, en esta localidad, se gozaba del mismo desarrollo que en los…
Los condominios verticales. Una forma moderna de vivir en la Ciudad de México (1956)
Graciela Garay Instituto Mora En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 11. En 1938, durante el XV Congreso Internacional de Planificación y de la Habitación celebrado en la Ciudad de México, los participantes reconocieron que el modelo propuesto de casa unifamiliar sólo había beneficiado a especuladores y a los que disfrutaban de crédito. Por tanto, los expertos sugerían levantar edificios altos que impulsaran el crecimiento vertical de la urbe y permitieran la concentración tanto de la población como de los servicios en un espacio perfectamente delimitado para evitar la expansión horizontal de la ciudad. Al densificar el uso del suelo se multiplicaba el número de habitantes del inmueble, bajaban los costos por concepto de servicios y disminuía el problema de la vivienda. No obstante las ventajas económicas, sociales y urbanas atribuidas a los edificios altos, no todo el mundo estuvo de acuerdo en promover este género arquitectónico. Para…
Diego Rivera y el cubismo del Anáhuac
Laura González Matute / Cenidiap. INBA Diego Rivera y las imágenes de la Revolución mexicana están indisolublemente unidos. El sinfín de escenas que el pintor recreó sobre los pasajes de ese movimiento aparecen en sus dibujos, grabados, trabajos de caballete y en los muros de varios de los edificios más importantes del Distrito Federal y de ciudades de provincia como los de la Secretaría de Educación Pública, las escaleras de Palacio Nacional, el Museo Mural Diego Rivera, la capilla de Chapingo y el Palacio de Cortés en Cuernavaca, por indicar los más reseñados. Ante el próximo festejo por el Centenario d la Revolución, es importante dar a conocer una obra menos divulgada y quizá desconocida, sobre la misma temática, que el artista desarrolló justo durante los años que duró la contienda armada, cuando vivía en Europa, muy influido por los cánones de la pintura en boga en ese momento. Rivera…
Hermenegildo Bustos. El nevero que retrataba a su pueblo
Amaranta Hernández Rodríguez Facultad de Filosofía y Letras, UNAM En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 20. La obra del pintor guanajuatense fue descubierta algunas décadas después de fallecido. Autodidacta, de profundas raíces campesinas, su vida meticulosa la trasladó a la pintura en retratos que han recorrido el mundo. José Hermenegildo de la Luz Bustos Hernández, mejor conocido como Hermenegildo Bustos, nació el 13 de abril de 1832 en Purísima del Rincón, un pueblo ubicado al oeste del estado de Guanajuato, habitado en su mayoría por otomíes como él, quienes vivían principalmente de la agricultura, la alfarería, la elaboración de mantas de algodón, sombreros de lana y de palma. Era un pueblo de tintes liberales, que si bien se involucró poco en las luchas armadas que entonces dividían al país, se precia de haber albergado a personalidades como Benito Juárez, quien, hacia 1858, en plena guerra de…
La retina, el cerebro y el corazón de José María Velasco (1840-1912)
Por Enrique Estrada, pintor Revista BiCentenario #19 Iniciando la visión aérea. Tengo frente a mí la Vista del Valle de México desde el cerro de Santa Isabel que pintó José María Velasco en 1877. Si le quitamos el primer plano, donde todavía vuela el águila con la serpiente en el pico, símbolo fundacional de México, la vista desde este amplísimo espacio de nuestro valle anuncia lo que hasta 26 años después sería posible, pues fue hasta fines de 1903 cuando con el avión de los hermanos Wright el hombre comenzó a volar y dejó para siempre la sola visión terrestre. Podemos afirmar que Velasco adelantó la visión aérea por un cuarto de siglo, porque treparse hasta arriba del cerro de Santa Isabel era como la hazaña de los Wright al montarse en el avión Flyer I, en Kitty Hawk, Carolina del Norte. Es decir, él nos cambió de una vez…
Diego Rivera y los frescos del Instituto Nacional de Cardiología
A pesar de que la obra de Diego Rivera incluye una notable variedad de estilos, su nombre es sinónimo del muralismo mexicano.
Gozo contra hastío. Diversiones en Durango
En todas las sociedades la utilizaciA?n del tiempo libre ha servido para canalizar el gusto y el placer que dan las horas de asueto.
El Emmaús de Sagredo ¿masón?
Un reducido grupo de criollos ilustrados, adheridos a la logia masA?nica escocesa y de filiaciA?n polAi??tica conservadora, plantearon en 1843 las propuestas monetarias y culturales para poder rescatar de su inactividad a la Academia de San Carlos de MAi??xico.