La catedral de México con otros ojos
Lourdes Roca Instituto Mora En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 22. Podemos ver la catedral y la plaza con todas sus esquinas desde un Angulo no tan común: oblicuo o inclinado y dirigido hacia el sur. Pero justo este es el propósito, apreciar la Catedral Metropolitana y su entorno con otros ojos: no vemos la clásica fachada del inmueble, que siempre aparece monumental. En esta toma podemos apreciar la cara que nunca vemos de la catedral, sus techos, torres y cúpula sobre todo. Observamos cual meticuloso plano, su planta y la del sagrario metropolitano, así como la del seminario, un vasto edificio casi de la misma proporción que la propia catedral, que para esos años todavía estaba en pie. Lo que interesa aquí es poner la atención en el paréntesis que enmarcó al inmueble por casi medio siglo, un paréntesis que en gran medida condicionaba los usos de la propia…
Por amor a la historia (14)
Don Luis Osorio, responsable del Archivo Diocesano de la Catedral de Campeche y a cargo del orden y la preservaciA?n de los papeles de este templo, se ocupa de dar a conocer a los campechanos, a travAi??s de folletos, algunos datos curiosos y relevantes de su historia.
Una mirada a la Plaza Mayor de México en el siglo XVIII
Es posible que no exista mejor manera de saber cA?mo era la vida cotidiana en la ciudad de MAi??xico en el periodo colonial que acercA?ndose a La Plaza Mayor de MAi??xico en el siglo XVIII, pintura anA?nima al A?leo sobre tela, de gran formato (2.66 x 2.12 m.), que se encuentra resguardada por el Museo Nacional de Historia en el Castillo de Chapultepec.
Cantorales del siglo XIX en la Catedral de México
Mientras que afuera de la Catedral de la ciudad de MAi??xico se desarrollaba la hazaAi??a libertaria que separA? a la Nueva EspaAi??a de su matriz imperial y permitiA? el nacimiento de una naciA?n independiente, dentro de la Iglesia metropolitana se celebraban las misas y los oficios divinos que se habAi??an practicado a lo largo de los tres siglos de dominaciA?n hispana y, mA?s aA?n, se seguAi??an elaborando y comprando libros de coro o cantorales para cantar las alabanzas a Dios y ataviar el culto.