Los milagros del demonio azul y el cine de luchadores
Efraím Guízar Castelo Instituto Mora Revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 60 En el cine del género de luchadores la valentía, la lealtad, el respeto, la devoción y la religiosidad católica son valores imprescindibles. El mito de sus principales figuras se lo debe a la cinematografía que construyó personajes urbanos, refinados –diferentes a los de la arena– y justicieros. Los luchadores mexicanos se muestran en las películas casi siempre con aires cosmopolitas pasando por encima de lo rural, la capital sobreponiéndose al campo, dejando de lado esa imagen del México rústico, bronco y casi analfabeta posterior a la revolución mexicana. La modernidad se refleja en más de un ámbito cultural; ahora, las imágenes cinematográficas se encuentran llenas de automóviles, edificios de arquitectura moderna y de laboratorios con nivel de equipamiento digno de países del primer mundo, mostrando adelantos científicos inexistentes para aquel tiempo, un cine de ficción por…
El cine mexicano de luchadores. Héroes, máscaras y llaves
Martín Josué Martínez Martínez Colegio de Historia-FFyL, UNAM En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 24. Durante tres décadas, el cine de los personajes enmascarados catapultados como héroes descolló en la escena popular, a pesar del rechazo de la cinematografía oficial. Alrededor de 150 cintas fueron producidas, aunque no todas -por sus imágenes atrevidas para la época- llegaron a las salas mexicanas, pero sí a las de Europa, América Latina y Medio Oriente. Justo cuando las luces se apagaron y el telón se abrió, las poco más de 3 000 personas reunidas aquella noche del 11 de octubre de 1962, en el imponente cine Mariscala, inundaron el ambiente con gritos, chiflidos y aplausos. La película que permitió tal congregación era Santo contra las mujeres vampiro, escrita por Fernando Osés, dirigida por Alfonso Corona Blake y protagonizada por el heroico Enmascarado de Plata quien compartió pantalla con la…
La lucha libre a dos de tres caídas
Martín Josué Martínez Martínez / Facultad de Filosofía y Letras, UNAM BiCentenario #21 Nacida en los círculos de la clase alta de mediados del siglo XIX, deambuló como espectáculo secundario durante siete décadas, hasta que en 1933 tres empresarios visionarios la popularizaron. La lucha libre vivió su época dorada en los años 60, pero hoy sobrevive atada al negocio televisivo, aunque con menos público En la arena los reflectores se dirigen al ring, un grito irrumpe en el aire e inicia la batalla corpórea: ¡Lucharán a dos de tres caídas sin límite de tiempo! De inmediato ambos gladiadores se prensan con brazos y manos para intentar someter al oponente. Ante el descuido del réferi, los golpes prohibidos se hacen presentes y el público enojado desata una retahía de insultos, el caos se instaura. La ausencia de reglas es quizás una de las principales características de la lucha libre, lo que…
Entre discriminaciones, sudor y sangre: El origen de la lucha libre en México
Revista BiCentenario # 18 Martín Josué Martínez Martínez / Facultad de Filosofía y Letras, UNAM En el centro del cuadrilátero José Francisco, mejor conocido como Yaqui Joe, luchador mexicano oriundo de Guaymas, Sonora, logró poner al estadunidense Ted Hawks con la espalda contra la lona. Una vez más utilizó sus piernas musculosas, que como dos enormes tenazas de acero envolvían el torso del oponente, inmovilizándolo. Los intentos de éste por desprenderse fueron inútiles, el castigo le producía gran sufrimiento que se reflejaba en su rostro y en sus gritos. El réferi se apresuró a tocar con la palma de la mano los tres segundos reglamentarios que convirtieron a Hawks en una cifra más de la larga lista de derrotados que acumulaba el Yaqui. Concluida la función de lucha libre encuentro deportivo entre dos atletas, en el que se trata de vencer al rival mediante prensas dolorosas, el oponente abandonó el encordado.…