Heriberto Frías y los pericos de la cárcel de Belem
Sergio Moreno Juárez Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 56. El abuso de menores fue la constante de la cárcel de Belem, erigida en el sur de la ciudad de México a mediados del siglo XIX con el fin de aplicar métodos modernos para la época de reinserción social. El periodista queretano pudo constatarlo durante dos detenciones y hacerlo público. El 22 de enero de 1863, a las seis de la mañana, ocurrió un insólito evento en la ciudad de México. Ante la mirada estupefacta de familiares y vecinos, tuvo lugar una procesión de reos procedente de la cárcel nacional de la ex Acordada –en el extremo oeste de la Alameda– con destino a la recién inaugurada cárcel de Belem, ubicada al sur de la capital. El nuevo penal, instituido en el vetusto edificio del colegio de niñas huérfanas de San Miguel de Belem…
Clausell, cárcel y fuga de un periodista crítico del porfiriato
Fausta Gantús Instituto Mora En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 24. Apoyado en el poder judicial, el régimen de Porfirio Díaz persiguió a la prensa opositora. Varios periodistas terminaron encarcelados, entre ellos el campechano Joaquín Clausell, quien se destacó por su rechazo al reeleccionismo. Una mañana logró evadirse de sus carceleros y huyó a Estados Unidos. Su escape acentuó las diferencias entre la prensa proporfirista y los críticos al gobierno.. La mañana del 24 de octubre de 1893 los pequeños papeleros que cotidianamente recorrían el centro de la ciudad de México voceaban con entusiasmo la noticia que durante los siguientes días fue motivo de atención de los diversos representantes de la prensa: la fuga de prisión del periodista Joaquín Clausell. Esta fuga ponía en evidencia varias de las contradicciones del régimen porfiriano. Por un lado, el ya conocido contubernio entre el poder judicial y el ejecutivo…
Purgando las culpas
Para nadie era un secreto: todo aquel que osara oponerse a los designios de las autoridades terminarAi??a preso en alguna de las mA?ltiples mazmorras que servAi??an para quebrantar los A?nimos.