Poder y militancia Gustavo Díaz Ordaz y Heberto Castillo
Guadalupe Villa G.Instituto Mora En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 42. Los violentos sucesos de 1968 tienen, entre sus protagonistas, dos personajes clave en las antípodas del país que querían por entonces. El presidente Gustavo Díaz Ordaz, como responsables de las acciones políticas que tomó el Estado para enfrentar las demandas estudiantiles y, por el otro, el profesor Heberto Castillo como partícipe de las protestas, preso del régimen y uno de los líderes emblemáticos del largo proceso democrático que siguió a aquellos días. Ambas visiones encontradas se presentan en dos entrevistas que aquí reproducimos. Díaz Ordaz aborda, además, el tema de las olimpiadas como un compromiso prioritario para México y frente al mundo que no podía, al costo que fuera, frustrarse. En 1968 el mundo entero parecía convulsionarse: Martin Luther King vocero de los derechos civiles afroamericanos fue asesinado en Memphis, Tennessee; el senador por el…
El Silencio y la furia
Arturo Garmendia En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 42. Recuerdo, recordemos. Esta es nuestra manera de ayudar a que amanezca. Rosario Castellanos. Memorial de Tlatelolco. -Ya me voy, madrecita. Deme su bendición. Sabía que sería inútil tratar de impedir su partida. Resignada, trazó en el aire la señal de la cruz y le dio a besar sus dedos entrecruzados. La primera vez que regresó su hijo cubierto de sangre porque le habían roto la nariz se alarmó, y casi no dio crédito a que el percance había ocurrido en una trifulca estudiantil disuelta a macanazos por los granaderos. Luego, a él se le hizo costumbre asistir a las manifestaciones y ya no le pasó nada. No obstante, al oír que Rafael iría a una brigada, el corazón le daba un vuelco. Una vez que se quedó sola siguió planchando, empeñada en desarrugar el uniforme verde oliva,…
Mito y memoria para explicar el presente
Nancy Janet Tejeda Ruiz Instituto Mora En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 42. La identidad mexicana de la democracia actual se debe en gran medida a los acontecimientos de 1968. Al menos como el lanzamiento de diversos procesos políticos que se fueron fraguando a lo largo de estas cinco décadas. El relato de sus participantes, quienes lo interpretaron, la difusión por los medios masivos y cada conmemoración anual le han dado esencia. El movimiento estudiantil de 1968 se ha convertido en un mito fundacional para la historia del México contemporáneo. El 68 mexicano ha sido recordado en una diversidad de espacios de memoria: desde testimonios, películas y documentales, conmemoraciones, museos, canciones, novelas, cuentos, poesía, hasta artículos e investigaciones académicas, en los que se le ha interpretado como un momento inaugural, como la demarcación del final de una etapa de su historia y el comienzo de otra…