En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 1
Se dejan macerar por algunas horas al calor de la atmósfera, en diez y seis cuartillos de aguardiente, dos onzas de cáscaras descarnadas de limón, otro tanto de los de cidra y un adarme de clavo; se destila en baño de María y se obtiene la mitad del licor. Se disuelven a un fuego suave cuatro libras de azúcar en ocho cuartillos de agua, y así que se haya enfriado perfectamente, se mezcla muy bien con lo destilado: se le da color rojo con la tintura de grana se filtra por la manga y se guarda en botellas bien tapadas.
-Diccionario de cocina, o el nuevo cocinero mexicano en forma de diccionario…, imprenta de I. Cumplido, México, 1845.