Miguel Ángel Berumen
En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 14.
La revolución mediática de Madero
No todos los actos de la política y la guerra son documentados fotográficamente. Tiene que haber una voluntad implícita entre los actores y los fotógrafos, sobre todo cuando se trata de conflictos militares. Cuando circula una fotografía de un frente de batalla lo regular es que hubo autorización explícita del jefe que domina ese territorio, quien sólo será complaciente con los fotógrafos en la medida que el registro fotográfico no le perjudique ni táctica ni mediáticamente.
En el caso de la revolución maderista fue evidente la conciencia de su líder al respecto y aunque al inicio atendió de modo correcto los aspectos políticos y militares siempre fueron aparejados con la intención de causar un efecto en la prensa nacional y extranjera. Cuando pudo y lo creyó conveniente propició el acercamiento de los fotógrafos.
En carta fechada el 25 de abril de 1911 dirigida a William Randolph Hearst, magnate del periodismo en Estados Unidos, el jefe revolucionario ponía de manifiesto las verdaderas intenciones de su campaña política, y dejaba muy en claro la importancia y el poder que le otorgaba la prensa:
Usted ha sido siempre un defensor de los principios democráticos y de las libertades públicas, valiéndose para defender estos principios de la palanca más poderosa de que dispone el mundo civilizado, la Prensa, que en ninguna parte mejor que en esa gran nación merece el título del cuarto poder… se imaginaban que yo creía en la eficacia absoluta del voto público para luchar contra el Gral. Díaz. Sin embargo, yo comprendía que al Gral. Díaz sólo se le podría derrocar por medio de las armas; pero para hacer una revolución era indispensable una campaña democrática, porque ésta prepararía la opinión pública y justificaría el levantamiento armado. Hicimos la campaña democrática como si no tuviésemos la idea de recurrir a las armas.
Estoy contribuyendo en un trabajo sobre la Revolución Mexicana y mucho agradeceré indicarme quién es Elena Arizmendi en la fotografñia que la muestra junto con Francisco Madero y otros frente a la casa del cónsul Weber en Ciudad Juarez en mayo de 1911. Puede ser la dama vestida de blanco al lado del cónsul Weber o la del medio en la primera fila.
Al mismo tiempo ruego confirmarme si la pareja a la izquierda son el el cónsul Otto Kueck y su esposa Emilie Ketelsen, así como también si la persona a la derecha mirando al grupo es Félix Sommerfeld.
Desde ya muchas gracias
Juan Carlos Garling
Estimado Juan Carlos Garling:
La persona idónea para responder a su pregunta es el autor del texto, Miguel Ángel Berumen.
Puede consultar alguna de sus obras para ver si ahí se encuentra la información con el detalle que usted necesita o buscar tener comunicación directa con él.
Que tenga un buen día.
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Elena Arizmendi es la persona que tiene una banda en el brazo izquierdo con el emblema de la Cruz Blanca, pues ella fue la fundadora. Del libro La Cara del Tiempo de Miguel Angel Berumen.