No es posible descifrar los problemas de escasez y distribución del agua que sufre actualmente la Ciudad de México sin echarse un clavado en las profundidades de la historia. En tiempos de confusión y poca conciencia sobre nuestro pasado, parece como si el problema del recurso hídrico estuviera relacionado única y exclusivamente con un conjunto de retos técnicos, económicos y culturales que surgieron de la nada y que también de la nada podrían solucionarse. Sin embargo, la historia ecológica del valle de México y la historia de las políticas públicas aplicadas en los últimos 700 años revelan que muchos de los problemas actuales tienen sus orígenes en decisiones que se tomaron, no hace varias décadas, sino hace varios siglos. Más aún, el relato constituye un ejemplo trágico de que la historia no sólo sirve para documentar el pasado y saber cómo llegamos a donde llegamos, sino para advertirnos sobre la forma en que las decisiones que se toman en un punto determinado en el tiempo limitan las opciones disponibles en el futuro.
Casimiro Castro, “Fuente de Salto del Agua”, ca. 1855
Los inicios: la lucha por y contra el agua
Desde que los mexicas se establecieron en el valle de México y fundaron la Gran Tenochtitlán alrededor de 1325, se comenzó a librar una doble batalla: se trataba de la lucha “por y contra el agua”. Un batalla por el agua, porque los nuevos habitantes necesitaron de ingeniosas medidas para abastecerse del vital líquido y garantizar la supervivencia de su pueblo. Después de todo, aunque los lagos representaban una importante ventaja desde el punto de vista estratégico y militar, pues servían como fortaleza natural en contra de los invasores enemigos, el agua era salitrosa, no apta para el consumo humano y por lo tanto, se precisaba buscar otras fuentes.
Una batalla contra el agua, porque el crecimiento de la población obligaría eventualmente a ganar terreno a los lagos y buscar la manera de evitar las terribles inundaciones que afectarían a Tenochtitlán durante la época de lluvias. El primer objetivo se consiguió con la construcción de chinampas y el segundo no se lograría sino hasta varios siglos después, cuando los mexicas tuvieron a su alcance técnicas ingenieriles más desarrolladas. Así empezó la historia del agua en el lugar donde más tarde crecería el asentamiento urbano más grande de todo el Hemisferio occidental. Escasez de agua fresca y continuas inundaciones.
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Me intereso la lectura, por que necesito saber desde que momento se comenzó a dar la escasez de agua en la Ciudad de México.