Las figuras de cera que se hacen en Salamanca, Guanajuato, continúan una tradición introducida a principios del siglo XIX por una familia española que se estableció en esa ciudad y hoy en día es ejercida por artesanos con gran calidad artística. Las imágenes elaboradas, que por un bueno tiempo tuvieron un objeto religioso y eran destinadas a los altares y nacimientos, y actualmente pueden ser también ser meramente decorativas, varían de dimensiones, desde las más pequeñas hasta las de tamaño natural. Se trabajan con cera pura de abeja, a la cual se aplican dos técnicas: la maciza y la modelada sobre madera. Las figuras son vestidas con textiles de algodón, lino, seda, organdí o brocado, llevan encajes y galones y a veces bordados a mano o tienen incrustaciones de pedrería. Se recurre también al latón y el estaño repujado para los resplandores, corazas, aureolas, espadas, balanzas, etc. y a veces se utiliza pasta para algunos detalles.
¿Sabías qué…? Revista BiCentenario #16