Diana Guillén – Instituto Mora.
En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México / Durango,450 años de historia, edición especial.
En noviembre de 1975, Eugenia Meyer entrevisto al intelectual de origen duranguense para el Programa de Historia Oral del Cine Mexicano, del INAH. Del testimonio respectivo a continuación se rescatan algunos extractos en los que habla de su infancia, de cómo se hizo autodidacta, de sus profundas inquietudes por la políica, y del cine y la escritura.
Hombre tímido y modesto a pesar de la lucidez que acompañó su apasionado andar, José Revueltas no buscó el reconocimiento que al paso del tiempo propios y extraños le conceden. Su presencia autodidacta en las esferas política y cultural de un México que dejaba atrás la vida decimonónica para incursionar en las modernidades asociadas con el siglo XX, se materializó en obras literarias y adaptaciones cinematográficas de primer nivel. Aun si hay quienes sólo lo recuerdan por sus posturas críticas frente al régimen que emergió de la revolución de 1910 y cuya construcción acompañó como una piedra incrustada en el zapato de manera cuasi cabalística, pues su nacimiento en Durango el 20 de noviembre de 1914, se adelantó a las conmemoraciones que hasta el día de hoy se realizan para festejar el inicio de la gesta revolucionaria.
Su actitud indómita hacia el poder instituido también se manifestó a la hora de combatir ortodoxias de una izquierda a la que se adscribía y en la que desde muy temprana edad había militado. Quizá por ello con la misma facilidad que cosechaba amistades en andanzas bohemias prolongables por días, generaba animadversiones que cruzaban desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda del espectro político nacional. Entre las luces y sombras que iluminaron u obscurecieron una existencia marcada por el anhelo de cambio y el compromiso para alcanzarlo a costa incluso del aislamiento, se delineó así un personaje que más allá de sus tintes polémicos dejó un importante legado artístico y contribuyó a escribir parte de la historia de nuestro país.
Desde tal perspectiva, la entrevista que le concedió a Eugenia Meyer a fines de 1975 nos permite acercarnos a un testimonio en sí mismo valioso, pues a pesar de que las respuestas por momentos parecían fluir a cuenta gotas, quedan en ellas los restos del balance que tiende a hacerse cuando se acerca el final del camino. Menos de seis meses después José Revueltas se llevaría consigo desde los recuerdos de la niñez vivida en Durango durante los primeros años de la revolución, hasta los tatuajes personales que le dejó el movimiento estudiantil de 1968, pasando por sus experiencias en la ciudad de México durante una juventud que rayando en la adolescencia conoció los rigores de la cárcel.
El encuentro entre Meyer y Revueltas se realizó como parte del Programa de Historia Oral del Cine Mexicano diseñado por el Departamento de Etnología y Antropología Social del INAH, en el modestísimo apartamento arrendado por el entrevistado en la ciudad de México. El interés central era, por lo tanto, la faceta cinematográfica del duranguense, pero además de la información que en tal sentido aportó, y que sin duda constituye una buena veta para los estudiosos del tema, el oficio de la entrevistadora abrió la puerta para que se colaran otros temas. Es así que nos enteramos de los sinsabores del familión al estilo provinciano que en la década de los veinte salió de Durango buscando mejores horizontes o de las satisfacciones que la vena artística de Silvestre, Fermín y Rosaura, además del propio José, produjeron en padres con enorme sensibilidad y gusto por las ramas que los hijos contribuyeron a engrandecer. O, en fin, de innumerables detalles de su trayectoria personal que a manera de instantáneas fotográficas nos acercan a escenarios ya idos.
A continuación se incluye una pequeña probada de todo ello, con la invitación a consultar la plática completa en el Archivo de la Palabra que resguarda el Instituto Mora: Entrevista a José Revueltas realizada por Eugenia Meyer el 18 de noviembre de 1975, Archivo de la Palabra, Instituto Mora, PHO/2/42.
Mientras se tiene acceso a dicha versión, el texto que ofrece este número especial de BiCentenario ha sido editado para facilitar la lectura y aun cuando en todo momento se respetaron los argumentos e ideas que se desprenden de las más de 100 páginas en que quedó transcrita la entrevista, en algunos casos la secuencia original debió modificarse atendiendo a los cuatro ejes temáticos utilizados para recuperar los fragmentos elegidos: Un familión al viejo estilo provinciano, Una educación abrupta, La cárcel, sombra reincidente y De las películas por metro a la adaptación cinematográfica.
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