Tamara Gleason Freidberg
Facultad de Filosofía y Letras, UNAM
En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 27.
Los 25 años de trabajos en el país de este renovador de la teoría y práctica psicoanalítica fueron extremadamente fructíferos por sus investigaciones, formación de colegas, divulgación y creación de instituciones mexicanas e internacionales que involucraban a los profesionales del psicoanálisis.
El gran pensador y psicoanalista alemán Erich Fromm (1900-1980) llegó a México en 1949 de manera fortuita, buscando aliviar en aguas termales los dolores de la artritis reumatoide de su esposa. Fue así como el renombrado escritor de El miedo a la libertad y El arte de amar descubrió las inmensas posibilidades para seguirse desarrollando en México, así como para difundir sus propuestas y formar profesionales.
El psicoanálisis es una teoría que busca comprender de manera dinámica al ser humano a partir del inconsciente. En los primeros años del siglo XX, Freud comenzó esta teoría basándose en el conocimiento y la interpretación de los sueños, iniciando su aplicación al tratamiento de los pacientes histéricos que presentaban síntomas de ceguera o parálisis de brazos y piernas. Esa parálisis era el foco de atención para ocultar sus impulsos reales. Detrás de la sintomatología Freud descubrió una lucha de motivaciones y emociones no aceptables moral, social y racionalmente. La elaboración y aceptación de estas emociones y motivaciones constituyó el proceso terapéutico.
El psicoanálisis revolucionó la forma de entender al ser humano. Posteriormente varios pensadores en diferentes latitudes contribuyeron al enriquecimiento de la teoría psicoanalítica original desde diferentes y controvertidas perspectivas. A partir de las corrientes ideológicas surgidas en el movimiento conocido como la Escuela de Fráncfort, que dio entrada a la discusión de las condiciones históricas y sociales en las que se construye la crítica de esas condiciones, algunos psicoanalistas desarrollaron la teoría tomando en consideración las concepciones marxistas. Fromm, en particular, consideró que el inconsciente también está determinado por las condiciones materiales de existencia y no sólo por las tendencias instintivas. Y, mientras estuvo en México, propició el desarrollo humanista en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, formó un grupo de psicoanalistas y realizó una investigación psicosocial de los campesinos.
Al enterarse de que Erich Fromm se hallaba en México, un grupo de psiquiatras universitarios encabezados por los doctores Raúl González Enríquez y José Zozaya, hicieron contacto con él y lograron que diera una conferencia. Para 1950, Fromm ya había decidido permanecer en México y establecido un programa de entrenamiento para psicoanalistas en la división de graduados de la Facultad de Medicina de la UNAM, de la cual fue nombrado profesor emérito. Esta presencia dio pie a un proyecto de humanización de la enseñanza médica, introduciendo en los primeros años de estudios la cátedra de Psicología Médica para que los futuros profesionistas estuvieran equipados con el conocimiento emocional del paciente y de cómo la relación médico-paciente afecta la evolución del tratamiento. La cátedra se introdujo en los periodos en los que el doctor Raúl Fournier era director de la Facultad.