20 de mayo de 1863.
El presidente Benito Juárez informa a la nación que la ciudad de Puebla acaba de sucumbir ante el invasor y la convoca a no perder el ánimo y probar a todas las naciones que la república no desmayará. Anuncia que la capital se defenderá hasta la última extremidad “tanto como todos nuestros lugares” y que su gobierno promoverá con ahínco “la resistencia y el ataque a los franceses“, sin oír proposición alguna de paz que ofenda la independencia, la soberanía plena, la libertad y el honor de la patria.
15 de junio de 1813.
José María Morelos se alegra de que Carlos María de Bustamante, amigo de la lucha por la independencia y reconocido editor de periódicos, se traslade con su familia a residir a Oaxaca. Allí “le dice” descansará unos días de gachupines y criollos, pues ambos nos hacen padecer; y yo no dejaré de darme mi asomada por sus inmediaciones, para lograr el vernos“. Concluye que, ante los apuros, “hay que ir al paso, sin precipitarse.”
22 de junio de 1963.
Se reforma la Constitución a fin de institucionalizar el sistema de diputados por partido, considerándose que “tanto las mayorías como las minorías tienen derecho a opinar, a discutir y a votar, pero sólo las mayorías tienen derecho a decidirá”. Así termina el régimen mayoritario de representación ciudadana (sin participación de las minorías) que había sido elemento esencial hasta entonces en el sistema político mexicano. Se aplica por primera vez en las elecciones de julio de 1964.
21 de junio de 1913.
Desde Eagle Pass, Texas, Venustiano Carranza se dirige al presidente estadunidense, Woodrow Wilson, para protestar por la importación de armas autorizada al gobierno ilegal de Victoriano Huerta y exigir igual trato para él y los demás jefes constitucionalistas, que “luchan por el restablecimiento del orden legal en México“. De tal modo -agrega-, “los contendientes en la guerra que envuelve actualmente la república quedaremos en iguales condiciones.”