Cuitláhuac Alfonso Galaviz Miranda
Instituto Mora
Revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 47.
En la década de 1970, el movimiento hippie, nacido en California, Estados Unidos, ejerció gran influencia entre los jóvenes de distintos países. En Sonora, los “Azules” hacían eco de las propuestas y comportamientos marcados por el movimiento que proclamaba “paz y amor”.
El 11 de enero de 1972 la sociedad sonorense despertó con una noticia que cimbró buena parte de su cotidianidad. Se trató de un evento que, en teoría, debía celebrar el amor: una boda. Sin embargo, la celebración terminó cuando fuerzas policiacas ingresaron al evento y arrestaron a varios de los asistentes.
El diario local El Imparcial publicó, el 12 de enero de 1972, una nota relacionada: “Marihuana party descubrió ayer la policía preventiva”. En ella se lee:
La policía preventiva de Hermosillo descubrió ayer en la madrugada un “nido” donde se celebraba una “marihuana party”. [Elementos policiacos] se abocaron al lugar del deshonesto agasajo y encontraron a nueve hombres y cuatro mujeres que se divertían abiertamente consumiendo drogas […]. Se les recogieron cerca de cuatro kilos de marihuana, más una cantidad de pastillas tóxicas, así como varios “carrufos” de la hierba maldita que estaban fumando.
Por su parte, el hoy extinto periódico El Sonorense dio un especial seguimiento a los hechos. El día posterior, su nota principal fue: “Drogadicción y vicio cunden en la Cd”. El título se publicó con destacadas letras rojas y se afirmó lo siguiente:
La policía preventiva de Hermosillo cayó antenoche por sorpresa en una fiesta “hippie”, [Se] detuvo a quince drogadictos, entre ellos cinco jovencitos que se embrutecían con marihuana, lsd y anfetaminas. [También se] recogieron tres bolsas de plástico y una mochila llenas de marihuana en greña, una caja de carrufos de cannabis índica, algunos cigarrillos sueltos, y un bolso de gamuza repleto de sobres con ácido lisérgico.
En la fiesta se celebraba el matrimonio de Blanca Estévez y Ricardo Olvera, miembros de un colectivo juvenil conocido como los “Azules”. En la obra La contracultura en Sonora: los “Azules” y la nueva sensibilidad de Joel Verdugo (2001) se los caracteriza como “jóvenes de largas cabelleras, mujeres con pantalones a la cadera y acampanados; la mezclilla deslavada y la manta formaban las telas preferidas; los huaraches y tehuas cubrían los pies que muchas veces se dejaban ver desnudos: el olor de la marihuana amenizaba las pláticas sobre arte o filosofía”.
Pero, ¿por qué se creó un colectivo de estas características en Sonora?, ¿quiénes eran estos jóvenes?, ¿qué buscaban o qué los unía? El presente artículo contiene algunos elementos que contribuyen a responder estas preguntas.
La irrupción de los “Azules” en la sociedad sonorense no puede entenderse plenamente si no se toma en cuenta el contexto de rebeldía juvenil tan característico de las décadas de 1960 y 1970. Como es bien sabido, el principal rasgo político de esos años fue las intensas protestas de tipo estudiantil, feminista o guerrillero, entre otros. Lo que hoy conocemos como el movimiento hippie y la contracultura fueron parte de ese contexto.
Un indicador importante para el surgimiento del movimiento hippie es la amplia resistencia a participar como soldados en la guerra de Vietnam (1955-1975) por parte de jóvenes estadunidenses, quienes solían quemar pública y colectivamente sus tarjetas de reclutamiento militar. Muchos de ellos realizaron acciones colectivas a favor de la paz y la no intervención de su nación en el país del sureste asiático.
Se trata de procesos que formaron parte de una tendencia general de nuevas creencias y prácticas que, en conjunto, son conocidos como la contracultura. En 1969 Theodore Roszak publicó un libro clásico al respecto: El nacimiento de una contracultura. En el prólogo, el autor señala que, en este convulso ambiente, los jóvenes rebeldes (no todos) mostraron interés por
La psicología de la alineación, el misticismo oriental, las drogas psicodélicas y las experiencias comunitarias. [Aspectos que] comprenden en conjunto una constelación cultural que difiere radicalmente de los valores y concepciones fundamentales de nuestra sociedad.
Así, los jóvenes rebeldes de esos años criticaron cuestiones que iban desde el sistema político institucional, hasta las más fundamentales de la experiencia humana como la sexualidad. El cambio en las prácticas sexuales fue uno de los aspectos centrales de la contracultura. La comercialización de la píldora anticonceptiva, a partir de junio de 1960, facilitó tales procesos. Ello nos ejemplifica cómo la época combinó desarrollo económico y avances científicos con cambios políticos y culturales.
Tales trasformaciones tuvieron eco en muchos lugares del planeta. Con sus indudables particularidades, los “Azules” sonorenses fueron un ejemplo de ello. De hecho, el estado de California, en Estados Unidos, fue el epicentro mundial del movimiento hippie y, por cercanía geográfica e ideológica, los “Azules” tenían contactos con dicho estado.
El contexto nacional tampoco estuvo ausente de estas dinámicas; por ejemplo, el 11 y 12 de septiembre de 1971 se realizó el ya mítico “Festival de Rock y Ruedas de Avándaro” a las afueras de la ciudad de México. En el festival se presentaron varias bandas musicales y hubo una presencia juvenil multitudinaria; ni siquiera los organizadores esperaban que la asistencia fuera tan masiva. En la prensa, el festival de Avándaro fue descalificado de forma similar a la detención de algunos “Azules”, como mencioné.
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Para leer la entrevista completa, consulte la revista BiCentenario.
PARA SABER MÁS
- Agustín, José, La contracultura en México, México, Grijalbo, 1996.
- Galaviz, Cuitlahuac, “La dimensión simbólica de la protesta: el caso de las movilizaciones estudiantiles de 1970-1973 en la Universidad de Sonora”, tesis de maestría en Sociología Política, Instituto Mora, 2016, en <https://mora.repositorioinstitucional.mx/jspui/handle/1018/140>.
- Moreno Fernández, Silvia, “Nueva era y contracultura”, Casa del Tiempo, 2005, en <http://www.difusioncultural.uam.mx/revista/julio_agosto2005/51_62.pdf>.
- Verdugo, Joel, “Los ‘Azules’: nihilismo y contracultura en el norte de México” en Silvia González y Ana Sánchez (coords.), 154 años de movimientos estudiantiles en Iberoamérica, México, UNAM, 2011, pp. 331-354.