La atención de niños y jóvenes al paso de la revolución
Ingrid Noemí López PadillaInstituto Mora En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 50. Después de la revolución mexicana, el país quedó en un estado deplorable. Las clases populares, campesinos y obreros, principalmente, fueron quienes más lo padecieron ante la falta de recursos económicos. La preocupación de las élites política y social se acrecentó al percatarse de las condiciones en las cuales se encontraba la mayor parte de la población de la ciudad de México. De ahí que, desde principios de la década de 1920, se abordaran muchos de los problemas sociales sin resolver antes de la revolución. Instituciones heredadas del régimen porfirista como la Casa de Corrección, el Hospital General y el Hospicio de Pobres no bastaban para menguar esas dificultades. Los médicos sostuvieron que la salud y la educación de los niños debían ser atendidos y las autoridades tendrían que encontrar los elementos necesarios para el
La ópera Fidelio a su paso por la Ciudad de México
Fernanda Muñoz SalazarUniversity of Southampton En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 50. La obra célebre de Ludwig van Beethoven fue presentada en 1891 en el Teatro Nacional por la Grand Opera Company de Inglaterra. Su repercusión tuvo un alcance modesto. El compositor y crítico Gustavo E. Campa se ocupó de darle difusión en un intento por educar a la burguesía y a la elite cultural sobre los compositores de entonces. La ópera gozó de gran popularidad en el siglo XIX en la ciudad de México, como también en París, Viena, Nueva York o Milán. Distintos estratos sociales disfrutaron de la música de los compositores italianos Vincenzo Bellini y Giuseppe Verdi o el alemán Giacomo Meyerbeer. Mientras que varias de sus óperas sonaron en las plazas de armas ejecutadas por bandas militares o en las tertulias que se organizaban en las viviendas de los sectores más pudientes,
Un Beethoven desconocido en el México del siglo XIX
Áurea Maya AlcántaraCENIDIM-INBA En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 50. Una investigación sobre la música que se escuchaba en teatros y casas de la alta sociedad de la ciudad de México permite comprobar que hacia 1870 el músico vienés era escasamente interpretado, aun y cuando ya se le ubicaba entre los genios de la época. Su obra musical llegó con mucha posterioridad a su fallecimiento en 1827. Ludwig van Beethoven nació hace 250 años. Tanto en Bonn como en Viena, ciudades de nacimiento y muerte, se han realizado este año celebraciones y circuitos especiales para recordarlo. La mayoría de las orquestas del mundo, incluidas las mexicanas, organizaron temporadas con muchas de sus obras. La ocasión lo ameritaba. El compositor no sólo concluyó el periodo del clasicismo en la música, sino que abrió las puertas al romanticismo creando un legado que incluso hoy es motivo de nuevas
La resistencia pulquera
Samantha Hernández QuirozBenemérita Universidad Autónoma de Puebla En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 50. En su historia, las pulquerías fueron espacios públicos para beber, pero también para divertirse y comer. Tanto para hombres como para mujeres. Las reglamentaciones y sus prohibiciones durante cuatro siglos no lograron más que fortalecer su tradición y convertirlas en una señal de identidad mexicana. Las pulquerías fueron descritas por cronistas y escritores costumbristas mexicanos en el siglo XIX como lugares que permitían contrastar la alegría con la tristeza de alrededor. Fungieron como esferas para la sociabilidad de los sectores populares, pero en un claro antagonismo, las reglamentaciones oficiales intentaron frenar dicha costumbre. Así, durante varios años se crearon estatutos de tinte moralizador con la intención de quitar a los sectores populares de los expendios de pulque. Sociabilidad Manuel Payno recuerda, en su novela costumbrista Los bandidos de Río Frío, haber visto
Correo del Lector #50
En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 50. Comentarios en el muro de Facebook Me parece que BiCentenario. El Ayer y Hoy de México es una revista excelente y recomendable. Adriana Barajas Respecto a “1975: el año en que Chicago vino a México” (BiCentenario, núm. 8), deseo compartirles que acabo de escuchar la transferencia de dos casetes que mi hermano mayor grabó durante ese concierto. Se oye la que debe de ser la voz de Terry Kath, quien en buen español dice que, como mucha gente no pudo entrar, se pondrían bocinas para que pudieran escuchar. Pidió además una ovación para ellos. Francisco Arellano “La gripe española’. Un desastre inesperado en México” (BiCentenario, núm. 41) me recordó que el pueblo donde vivía mi familia de Morelos estuvo abandonado después de la revolución mexicana, por lo que la pandemia de influenza de 1918 no le pegó, pero que
Carrilleras
En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 49. ¿Madre? El bebé tiene hambre. Llora. ¿Y qué quieres que haga, si ya no tengo de dónde? ¿Y la cabra, madre? Pues no ha dado nada hoy. La pobre está como nosotras, sin pasturas y con poca agua. Así no tendremos leche. Verás que sí madre, ella nos ayudará, primero Dios, madre, agarra al bebé, madre, inténtalo, al menos que chupe algo. De poco va a servir. Al menos que ya no llore y te ayudo con la comida. ¿Cuántas papas pongo a hervir? Tres, mujer, tres, como siempre, una para cada una y la del Juancito. Ya la lumbre está alta para que pongas el agua. ¿Y qué más, madre, qué más? Pues nada más. No hay más. ¿No tenemos frijol? Fíjate en la bolsa, pero se nos ha acabado. ¿Maíz? Todavía le falta para cosecharlo. Cuando vayas
Vivencias del trabajo agrícola en el Programa Bracero
Diana Irina Córdoba RamírezInstituto de Investigaciones Culturales – Museo UABC En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 49. El trabajador agrícola sonorense Guillermo Estrada Moreno relata su duro periplo para lograr el permiso que le permitió “bracerear” en California y Arizona entre 1959 y 1960, y cómo fueron sus días en las cosechas de frutas y hortalizas. Guillermo Estrada Moreno fue bracero. Oriundo de la localidad de Moctezuma, Sonora, y radicado en Hermosillo, en octubre de 2009 compartió su testimonio sobre las experiencias que vivió al haber firmado uno de los más de 4 000 000 de contratos de trabajo en el marco del Programa Bracero, el programa de migración circular laboral más largo en la historia de Estados Unidos y que ha sido objeto de reflexión tanto por la academia estadunidense como por la mexicana. Estrada Moreno forma parte de esas voces que los historiadores hemos
¡Miedo siento de recordar!
Ana SuárezInstituto Mora En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 49. El destino mezcla las cartas, maare, y nosotros las jugamosRefrán yucateco El fraile Las tumbas que rodean a la ermita hablan de quienes acaban de irse. Paseas entre ellas mientras aspiras el rocío de la madrugada, ojalá que el fresco durara todo el día. Tratas de rezar, no puedes, piensas cuán poco has hecho por tus hermanos, los más pequeños, los más desvalidos, pero piensas además que, de hacerlo, tus feligreses y el mismo obispo se habrían molestado. Santo Dios, de haber cumplido con tu deber cristiano, estarías más sosegado, al menos pudiste intentar que las mujeres y los niños se quedaran, siquiera el crío ese del gorrito azul y el kóotoncito blanco que montaba a la jineta en la cadera de su madre, que se aferró a ella y chilló cuando quisiste abrazarlo y
El grafiti, un nuevo muralismo
Rubí Celia Ramírez NúñezInstituto Mora En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 49. Nacieron en las calles y de allí nunca saldrán. De su rechazo en los inicios, han pasado a formar parte de una expresión del arte que se reconoce en el todo el mundo. Bienales, exposiciones, competencias, conforman un mundo para la transgresión cultural, potenciado en su difusión por las redes sociales, imposible de pensar en los tiempos difíciles de la década de 1980 en la ciudad de México. La herencia del muralismo mexicano de principios del siglo XX es hoy palpable en la ciudad de México. En el espacio público donde convergen una increíble multiplicidad de procesos relacionales, trasciende el impacto de miles de grafitis desarrollados con distintas técnicas de dibujo, monumentales en la manufactura clásica, firmas (tags), bombas (letras redondeadas), piezas (caligrafía tridimensional) de protesta y denuncia, representaciones de personajes de la cultura
Señores, acaba de morir el señor presidente…
Graziella Altamirano CozziInstituto Mora En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 49. Era ya de madrugada. Una espesa neblina envolvía el jacal de la sierra poblana donde descansaba el presidente Carranza sobre las sudaderas de su caballo y usando como almohada la silla de montar. Iba caminando a Veracruz, perseguido por antiguos partidarios militares alzados contra su gobierno. El silencio era inquietante hasta que sonaron unos balazos. Tlaxcalantogo, Puebla fue el destino final del presidente Venustiano Carranza. Su gobierno constitucional, iniciado en mayo de 1917 se había enfrentado a los graves problemas que le dejaron siete años de lucha armada. La prolongada guerra civil había paralizado todos los sectores productivos que llevaron a una severa crisis económica. En política se había tenido que lidiar con la resistencia de ciertos sectores que se negaban a acatar las nuevas disposiciones de la recién promulgada Carta Magna, sobre todo en
