Civilización
Darío Fritz En revista BiCentenario, el ayer y hoy de México, núm. 69. Cuesta apreciar lo diferente. Aunque se vocifere y apunte con el dedo, su intención se acerca a la burla y a un sentido de superioridad. Puede que nos paralice el rostro inconfundible, las vestimentas excéntricas, los ojos angulares, el cabello volátil, el sueño filoso, la voz hechiza, las ideas deslumbrantes, una piel que inflama. Pero detrás se esconde el miedo y la desconfianza hacia el otro. El germen de la superstición y creencias persecutorias, disecciona la filóloga Irene Vallejos. “Síntomas de una enfermedad de nuestras miradas”. Por siglos, un mundo que se creía ombligo de la civilización recibía ese otro “mundo salvaje” para examinarlo y fortalecer creencias de una supuesta supremacía. Del resto de los continentes llegaban a Londres, París, Madrid, Münich o Nueva York indígenas que eran exhibidos y estudiados como originarios de otro planeta, “salvajes” que
El gran circo Chiarini
El Segundo Imperio Mexicano llegaba a su fin. Mientras el ejAi??rcito liberal dirigido por el general Porfirio DAi??az sitiaba la capital a mediados de 1867, los espectA?culos trataban vanamente de sobrevivir. Los asistentes eran tan pocos que todos acabaron por cerrar, menos el Gran Circo Chiarini que permaneciA? abierto, y el mismo 15 de julio, dAi??a de la entrada triunfal del presidente Benito JuA?rez, ofreciA? una funciA?n de gala en su honor.
EL CIRCO EN MÉXICO
Nuestro paAi??s ha gozado, desde el siglo XVI, de gran variedad de distracciones para llenar los ra tos de ocio de sus habitantes. Ir al circo tuvo gran popularidad. A?CA?mo comenzA? este extraordina rio espectA?culo y cA?mo ha seguido hasta la fecha?
