La visita de André Breton a México
Arturo Garmendia En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 59. Arropado por Diego Rivera, en su ansiada visita al país en 1938, el padre del surrealismo hizo un recorrido de cuatro meses que lo llevó por diversos estados, acompañado, entre otros, por el muralista y León Trotski. A su regreso a Europa contribuyó con elogios y recomendaciones para difundir a México entre su círculo intelectual. André Breton recordaba que desde que era adolescente había querido visitar México, motivado por la lectura de un popular folletín de moda en aquellos tiempos, titulado El Indio Costal: “México era un país que, en mi mente, siempre había asociado con la idea de la lucha con la liberación”. Este deseo se reavivó al conocer las experiencias entre los tarahumaras del escritor, actor teatral y cinematográfico y precursor en el uso de las drogas (el peyote) Antonín Artaud. Su deseo se hizo
La rebelión argumedista en Yucatán
Marisa Pérez DomínguezInstituto Mora En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 59. En febrero de 1915, Abel Ortiz Argumedo dirigió una rebelión contra los enviados del carrancismo, con el fin, decía, de recobrar la soberanía interna de la entidad sin romper con el poder central. Al mes siguiente, el general Salvador Alvarado, por órdenes de Carranza, aplastó la revuelta que respondía a los intereses de los hacendados locales. Tras la entrada de las tropas constitucionalistas a la ciudad de México en 1914, Venustiano Carranza procedió al nombramiento de los gobernadores, procurando que estos fueran nativos de la entidad que iban a dirigir. Para hacerse cargo de Yucatán, fue designado el mayor de ingenieros Eleuterio Ávila, nacido en Valladolid, aunque radicado fuera del estado desde hacía muchos años. Ávila se hizo cargo del gobierno provisional y de la comandancia militar de Yucatán en septiembre de 1914, con el
Obreras del tabaco contra la explotación
Nancy Lizbeth López SalaisFacultad de Filosofía y Letras-UNAM En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 59. En el México decimonónico, grupos de mujeres desafiantes y transgresoras que trabajaban en la industria del tabaco dieron su lucha por reivindicaciones laborales y sociales. A pesar de los intentos por socavarlas, dejaron una huella que otras mujeres retomarían años más tarde. Era el año 76 de un siglo convulso de un día caluroso de mayo en la capital porfiriana, en una de sus calles centrales algunas mujeres y otros curiosos pararon su andar al escuchar el clamor de las palabras de una mujer que, con el entrecejo fruncido y el puño en alto, proclamaba: ¡El hombre no puede ser superior a la mujer, puesto que ambos son de una misma materia, del hombre se hace un libre pensador; de la mujer una esclava! Consideremos cuán interesante es la educación de
Cómo se hacía deportes en el siglo XIX
Laura Suárez de la TorreInstituto Mora En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 59. Hacia 1850 la gimnasia se convirtió en el mayor atractivo entre los deportes en instituciones educativas para trabajar y fortificar el cuerpo. También lo fue la esgrima, aunque como práctica privada y afianzada en el ejército, a la par del interés por la natación. Luego vendrían el futbol –introducido en Hidalgo por los mineros ingleses–, así como el ciclismo, el tenis y el cricket. En la actualidad hacer deporte constituye una parte sustancial de nuestra vida, aunque no de todos, pero sí está presente como una tarea pendiente. Se le relaciona con una existencia saludable, con un cuerpo ¿estético?, sano, con la pérdida de peso; también a él se debe el diseño de una serie de espacios dedicados exprofeso para su práctica (canchas, estadios, gimnasios, pistas, etc.). Requiere de artículos propios para su
El espionaje durante la intervención francesa
Aram Alejandro Mena ÁlvarezFacultad de Filosofía y Letras, UNAM En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 59. Exploradores, guías de caminos, encargados del correo y, especialmente, indígenas, fueron empleados como habituales informantes entre los combatientes mexicanos e invasores europeos. Espiar era una actividad arriesgada que, si bien se pagaba, el castigo daba cuenta de su peligrosidad: fusilamiento o ahorcamiento. El origen étnico o nacionalidad de los espías de mediados del siglo XIX, las actividades u oficios que desempeñaban de manera paralela a sus cometidos o los cargos que ocupaban, fueron tan variopintos como la misma sociedad mexicana de entonces. Debido a la naturaleza secreta de sus tareas, la mayoría de las fuentes señalan genéricamente que fueron oficiales o soldados rasos del ejército invasor o mexicano, capellanes militares, chinacos, soldaderas, agentes del imperio, abogados, comerciantes o, simplemente, “muchachos” y “mujeres”. Además, en numerosas ocasiones se amalgamaban las figuras
Sumario #57
REVISTA COMPLETA EDITORIAL CORREO DEL LECTOR ARTÍCULOS Eduardo Liceaga. El estratega del sistema de salud porfiristaAna Rosa Suárez Argüello Zapatistas ¿harapientos y de huaraches?Héctor Alexander Mejía García El relato periodístico de la muerte de Venustiano CarranzaAna María Serna El ideal de educación pública en VasconcelosJosé Ángel Beristáin Cardoso Las mujeres en el movimiento inquilinario veracruzanoArturo E. García Niño El “atentado” a la catedral de MéridaMarisa Pérez Domínguez DESDE HOY Identidad indígena y fronteras en las mariposas monarcasColumba Gonzalez-Duarte TESTIMONIO La historia de la aeronáutica mexicana en el AIFAJosé Francisco Vera Pizaña ARTE El arte editorial en el Álbum del ferrocarril mexicanoMaría Esther Pérez Salas Cantú CUENTO CholéAna Esther Urquizo ENTREVISTA Antonio Badú: de vender al menudeo a la cumbre del cine de oroRamón Aureliano A. SEPIA EsperoDarío Frítz.
Editorial #56
Desde mediados del siglo XIX la fotografía trajo a México curiosidad, asombro y magnetismo, como en nuestro siglo lo ha sido la revolución digital. Todo mundo quería ser parte de él y no quedar rezagado. De ese siglo han surgido fotógrafos dedicados y apasionados, también oportunidades económicas. Así lo entendió Charles Betts Waite. El fotógrafo estadunidense se inició en Los Ángeles donde abrió su propio estudio, pero con algo de alma aventurera llegó a México y, rápidamente, supo hacerse un lugar entre los círculos porfiristas donde la fotografía se integró como una poderosa arma de difusión propagandística del régimen. Pero Waite no estaba sólo. Otros colegas y compatriotas hallaron en México la posibilidad de relatar en imágenes el país de entonces. Fue el caso de Percy S. Cox y Ralph J. Carmichael, cuyos trabajos se podían adquirir como curiosidades y recuerdos, y en libros promocionales. Sin embargo, buena parte de
Sumario #56
REVISTA COMPLETA EDITORIAL CORREO DEL LECTOR ARTÍCULOS El traje del emperadorGuadalupe Villa G. Heriberto Frías y los pericos de la cárcel de BelemSergio Moreno Juárez El comerciante de fotografíasFernando Aguayo La terrible china poblanaFaustino A. Aquino Una historia de emociones. Los motines de pachucos de 1943Ivonne Meza Huacuja Los Micos. La derecha en SonoraCuitláhuac Alfonso Galaviz Miranda DESDE HOY La oposición morenista en tiempos del Pacto por MéxicoSergio Hebert Caffarel Pérez TESTIMONIO El archivo fotográfico de Armando Salas PortugalPaulina Michel Concha ARTE La pintura de castas: retratos del comercio callejeroBlanca Azalia Rosas Barrera CUENTO HISTÓRICO Estrellas espontáneasTatiana Carolina Candelario Galicia ENTREVISTA Óscar Sarquiz Una vida en el rock & rollAlan Prats Gama SEPIA TamañosDarío Fritz
Tamaños
En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 56. Le habrá pasado a usted en la infancia. Jugar con los brazos extendidos a rodear el árbol del patio de nuestra casa o de un parque cercano. En el Chapultepec de 1910 era parte del paisaje de cada fin de semana. Sin embargo, con el paso del tiempo, el juego perdió su candidez. Algunos creativos cubren de cemento la base de un árbol añejo y exuberante para impedir su expansión o que el agua filtre hacia sus raíces. Un día llegan los empleados de la alcaldía y quitan aquella crueldad. Parece una obra digna de aplaudir. Pero ¡oh, sorpresa!, un mes después regresan y lo talan. Un par de horas para acabar con décadas de vida. Si más saña es posible, dejan el corte a la vista, y cubren el tronco fuerte y resistente –una circunferencia del tamaño de
Óscar Sarquiz Una vida en el rock & roll
Alan Prats GamaInstituto Mora En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 56. El reconocido difusor y crítico del rock, habitué de la radio por varias décadas, cuenta aquí sus descubrimientos de la música que revolucionó el siglo XX, de la formación autodidacta de los grupos y temas que escuchaba en tocadiscos desde niño, así como del incipiente rock en español. Presente el 58 tengo yo / Mataron al bolero, a la rumba y al son / Aquellos guapachosos se vistieron de arrebol / Corbata de moño, botín de charol / Sus padres suplicaban con anticipación / ¡No vayas a ese baile pues va a haber rock & roll! Fragmento de “Ya vas Barrabás”, de Juan Hernández y su Banda de Blues. La década de 1950 marcó la irrupción del rock & roll. Como parte de un mundo en transformación, esta música moderna fue un reflejo del cambio vertiginoso

