Archivo de la categoría: Revista por número

El rostro femenino recibAi??a una atenciA?n especial. Las publicaciones periA?dicas prodigaban consejos y anuncios de artAi??culos de belleza y nuestras tatarabuelas y bisabuelas debieron buscarlos y conseguirlos.

Marte R. GA?mez registrA? una frase bastante expresiva cuando dijo que MAi??xico habAi??a producido tres celebridades que estaban fuera de toda discusiA?n: Pancho Villa, Rodolfo Gaona y la Virgen de Guadalupe.

A las ocho de la maAi??ana del 29 de abril de 1907, una gran explosiA?n sacudiA? a la ciudad de Guatemala y abriA? un crA?ter en la 7A? Avenida.

Sin duda, la dAi??cada de 1860 fue una etapa promisoria para los monarquistas mexicanos del siglo XIX, pues fue en esos aAi??os que se cumpliA? el anhelado proyecto de traer un prAi??ncipe europeo que gobernara al paAi??s.

Los aniversarios son ocasiones para recordar, hacer balances, rememorar el camino recorrido, reconocernos en el pasado, percibir los cambios, lo que aA?n permanece, lo que es necesario modificar. Este nA?mero de BiCentenario nos da la oportunidad de reencontrarnos con nuestro ayer a partir de diferentes miradas, temas y con una pluralidad de enfoques. Es una ventana al conocimiento histA?rico que aborda por igual los grandes acontecimientos o los aspectos menudos de la vida diaria.

La aboliciA?n de la esclavitud es un tema poco estudiado de la historia de MAi??xico, sobre el que existen multitud de mitos y confusiones que son necesarios aclarar.

A?CuA?ntas unidades habitacionales existen actualmente en el paAi??s? A?CuA?ntos mexicanos vivimos hoy en dAi??a en uno de sus departamentos? Sin duda, somos innumerables.

El aAi??o de 1910, Centenario de nuestra independencia, fue memorable. Fiestas propias de un imperio enmarcaron el gran aniversario de la RepA?blica Mexicana.

AprendAi?? a hacer tortillas cuando contaba con doce aAi??os, hecho que resulta normal de haber sido hija de tortillera. Pero no fue asAi??.

En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 3. En el siglo XIX El atuendo de la mujer ha variado radicalmente en los útimos dos siglos, influido por los cambios en la estética y la sensualidad femeninas. El gusto por la moda francesa, que dominaba en el mundo hispano desde la época de los Borbones se extendió hasta principios del siglo XX. Sin embargo, hubo modificaciones. Así, en el Calendario de las señoritas megicanas para el año de 1838 dispuesto por Mariano Galvá (también los de los años 1839, 1840, y 1843) se aprecian ya variaciones. Se ha dejado la rigidez del estilo barroco, con sus bordados en hilos de oro y plata, los encajes, las alhajas profusas y las pelucas empolvadas, de modo que ver en las calles una mujer así arreglada debía parecer anticuado. Se juzgaba muy elegante ataviarse según la moda neoclásica, con vestidos más sencillos de

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