La educación femenina de la elite en el siglo XIX
Laura Suárez de la Torre Instituto Mora En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 55. La lectura de revistas fue un soporte relevante por el cual las hijas de matrimonios de la alta sociedad mexicana se fueron formando en sus casas en las décadas siguientes a la consumación de la independencia. Literatura, ciencia, tecnologías de la época, higiene y platillos a servir en una mesa moldeaban su instrucción como esposas y madres de familia. La educación de las niñas y de las señoritas fue un tema que estuvo presente en el espacio público a lo largo del siglo XIX. Al iniciar esa centuria, El Diario de México señalaba que únicamente las mujeres de los sectores altos y medios tenían acceso a la instrucción. El panorama educativo se reducía a aprender los rudimentos de la lectura, con el objetivo de poder leer las oraciones y los libros piadosos,
El dominio naval en la estrategia militar de la independencia
José Francisco Vera Pizaña Museo Militar de Aviación En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 55. En momentos en que la armada española era fuerte, emitir patentes de corso y mantener sitiados por tierra los puertos sobre el Caribe y el Pacífico fueron decisiones acertadas de la estrategia independentista para deponer al régimen monárquico. A 200 años de la consumación de la independencia, vale la pena repensar el lugar que ocupó la dimensión naval durante el desarrollo de este conflicto y al momento en que se conformó el primer imperio mexicano. En efecto, es necesario considerar que la guerra de independencia no fue, como generalmente se entiende, un proceso que pueda reducirse al desarrollo de las operaciones militares en tierra, pues el dominio del mar y de los enclaves portuarios tuvo un significado estratégico profundo para los diferentes protagonistas de este periodo. De esta visión de la
Manuela Taboada. La mujer leal que Hidalgo menospreció
Rodrigo Sánchez Arce. Comité Técnico del Consejo Editorial de la Administración Pública del Estado de México En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 55. El liberal José María Luis Mora fue el primero en dar ribetes de heroína revolucionaria a esta mujer guanajuatense, esposa de Mariano Abasolo, a quien salvó del pelotón de fusilamiento y estuvo a su lado hasta que murió en prisión en Cádiz. Fue una crítica de los primeros tiempos insurgentes y advirtió de la traición de Ignacio Elizondo, que Hidalgo no quiso escuchar. El padre de la patria siempre tuvo una relación especial con las mujeres, la cual, por decir lo menos, fue ambivalente. En las biografías escritas por el historiador Carlos Herrejón sobre Miguel Hidalgo, se reflejan las dos caras de la misma moneda. Tomando el ejemplo de su comportamiento en Guadalajara, Herrejón dice, por una parte, que siendo “amigo de alternar
Jueces y verdugos. Olvido y condena de Iturbide en los Centenarios de 1910 y 1921
Joaquín E. Espinosa AguirreDoctorado en Historia Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 53. Durante muchos años el título de paternidad de la patria lo habían compartido Hidalgo e Iturbide. Pero en los festejos por el centenario del proceso de independencia de 1910 y 1921 se consumó, en gobiernos tan disímiles como los de Porfirio Díaz y Álvaro Obregón, el destierro del militar del lugar de los hombres ilustres entre los héroes de la gesta de emancipación. El año 1921 determinó el final de una de las más complicadas relaciones dentro de la historia patria: la de Agustín de Iturbide y los mexicanos. Si bien durante el siglo XIX su figura histórica había coexistido con la del resto de los héroes nacionales –Miguel Hidalgo, principalmente–, sería en las celebraciones que llevaron a cabo Porfirio Díaz en 1910 y Álvaro Obregón
Coahuila y Texas se independizan
Bertha Luz Justo de la Hoz Facultad de Filosofía y Letras, UNAM En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 53. Coahuila y Texas formaban parte, junto con Nuevo León y Nuevo Santander, de la relegada Comandancia General de las Provincias Internas de Oriente, creada en 1776 por el virreinato. Declarado el Plan de Iguala, se incorporaron en julio de 1821 al proceso de independencia. Casi tres años después formarían un solo estado, mismo que duraría poco tiempo. Los vecinos de Saltillo y un grupo de soldados se reunieron en la plaza de armas de esa villa el 1 de julio de 1821 para secundar el Plan de Iguala, proclamado por Agustín de Iturbide unos meses atrás. Para entonces, Coahuila y Texas, ubicadas en la parte nororiental de Nueva España, eran dos comarcas extensas y escasamente pobladas, sobre todo la segunda. Ambos territorios formaban parte de una división
El norte novohispano. Olvidado, aislado y ajeno a la rebeldía
Omar Urbina PinedaEl Colegio de México En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 53. En los años de la guerra de independencia tanto las provincias del oriente como del occidente del virreinato vivieron en conflicto permanente, pero vinculados a contextos locales y no tanto a las arremetidas insurgentes que pronto fueron controladas. Aceptaron y se sumaron tardíamente al Plan de Iguala. Ya independientes y con nuevas autoridades, la situación de aislamiento y olvido no se modificaría tras el triunfo y caída posterior de Iturbide. En 1810, cuando el cura Miguel Hidalgo se levantó en armas, la llama insurgente prendió en todo el territorio de Nueva España. Las lejanas Provincias Internas no fueron ajenas a este proceso, pero, a diferencia del resto del virreinato, los levantamientos norteños fueron rápidamente reprimidos y la actividad insurgente en la región decayó por el resto de la década. Sin embargo, el ambiente
Ramón Rayón y Vicente Filísola. Sublevación y fidelidad
Ricardo Emmanuel Estrada Velázquez Maestría en Historia de México, IIH-UMSNH En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 53. Los dos militares, que para 1821 servían al virreinato, fueron fundamentales para la causa independentista de Iturbide. Su aceptación para sumarse a la lucha desde Zitácuaro y Maravatío los llevaría hasta la misma ciudad de México como figuras capitales del Ejército Trigarante. La independencia absoluta, la defensa de la religión católica y la unión de los habitantes de Nueva España, sin importar origen étnico ni condición social, fueron las bases que Agustín de Iturbide utilizó en su plan proclamado en el pueblo de Iguala el 24 de febrero de 1821. Este documento, compuesto por 24 artículos, estipulaba la creación del Ejército de las Tres Garantías, fuerza militar que adquirió seguidores rápidamente debido a las relaciones de amistad que existían entre los miembros de los ejércitos realista e insurgente. En
Vicente Guerrero afianza el bastión del sur
Reveriano Sierra Casiano Facultad de Filosofía y Letras – UNAM En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 53. La incorporación de la poderosa fuerza militar insurgente del arriero sureño a la estrategia de Iturbide fue el gran impulso –vendrían luego otros acuerdos militares– para la consumación de la independencia, concretada pocos meses después del pacto entre ambos en la zona de Teloloapan. En 1820, la guerra por la independencia de Nueva España, que había iniciado diez años antes en el Bajío, había menguado. El historiador conservador Lucas Alamán escribió en su Historia de Méjico… [1852], que el reino estaba totalmente pacificado, “excepto un ángulo de poca importancia en el sur de México”. En esa zona operaba principalmente Vicente Guerrero (1792-1831). Oriundo de Tixtla, Guerrero había dejado su trabajo de arriero y se unió al movimiento rebelde a finales de 1810, durante la primera campaña que José María
Tejiendo la Independencia. El proyecto trigarante de 1821
Eduardo A. Orozco Piñón Facultad de Filosofía y Letras – UNAM En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 53. La promulgación del acuerdo independentista del 24 de febrero de 1821 tiene detrás una estrategia encabezada por Agustín de Iturbide, quien tres meses antes fuera enviado por el virrey a Acapulco a pacificar la zona. Iturbide buscó apoyos militares en las provincias del centro del país para luego ocupar la capital, y aunque sólo obtuvo la adhesión de Vicente Guerrero, echó a andar su proyecto político de un imperio mexicano libre e independiente. El periodo de consumación de la independencia es uno de los más incomprendidos de la historia nacional. Los actores de este proceso, así como sus motivaciones y objetivos, se nos presentan turbios, comparados con los personajes que iniciaron la gesta libertadora. Incluso, los orígenes de esta rebelión son prácticamente desconocidos por haber sido tergiversados al
Iturbide: entre el olvido y la revisión
Josep Escrig Rosa. Becario posdoctoralInstituto de Investigaciones Históricas-UNAM En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 53. Hoy ya sabemos el desenlace del proceso de independencia en México tras las sublevaciones contra Agustín de Iturbide, el exilio de este y su posterior fusilamiento al intentar regresar al escenario político. Se ha esgrimido su monarquismo elitista y autoritario para quitarle un papel destacado en la emancipación de España, y minimizar sus méritos. Estamos en un año de efemérides para varios países hispanoamericanos que hace 200 años proclamaron su independencia respecto de la monarquía española. Me refiero, entre otros, a México, Perú y la entonces capitanía de Guatemala, la cual acabaría disgregándose −a partir de 1838 y tras distintos avatares político-organizativos− en los territorios que actualmente conocemos como Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Guatemala y El Salvador. A pesar de la situación de crisis global −resultado de la contingencia sanitaria−, la
