Archivo del Autor: Norberto Nava

PRESENTACIÓN por Juan Ángel Chávez Ramírez ARTÍCULOS John Lloyd Mecham. Pionero de la historia colonial neovizcaína Francisco Durán Guadalupe Victoria Laura Suárez de la Torre La modernidad con acento extranjero María Guadalupe Rodríguez López Los hombres de la División del Norte Guadalupe Villa Guerrero De mezcales y sotoles. Aguas de las verdes matas Miguel Vallebueno G. Cuna de creadores Ma. Esther Pérez Salas C. Con la música por dentro Ingrid S. Bivián Múltiples voces del Cerro de Mercado Enrique Mijares Verdún DESDE HOY El puente sobre el espinazo del diablo Antonio Avitia Hernández DESDE AYER Tierra de alacranes. Entre leyenda y realidad Gloria Estela Cano Cooley TESTIMONIO Recuerdos de José Vasconcelos Graziella Altamirano Cozzi ARTE El arte de Benigno Montoya en el panteón de Durango Pilar Alanís Quiñones CUENTO HISTÓRICO Sólo una idea Ana Suárez ENTREVISTA José Revueltas. Luces y sombras de un andar apasionado Diana Guillén SEPIA El bello

Darío Fritz En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 23. Ser o no ser. Ser vistos o no ser nada. La fotografía siempre ha sido la huella más amistosa para dejar rastros de quiénes fuimos, de dónde venimos. Una huella tan poderosa, aunque de resultados lúdicos, semejante al documento que nos identifica, el acta de nacimiento, la casa donde crecimos, o la calle que lleva un nombre familiar, si es que tan alto llegamos en las consideraciones de los vecinos. ¿Cómo resistirse a no dejar una impronta visual, al menos, si está en nuestro ADN exhibirnos, así sea enmarcados? Los retratos quizá hayan sido los primeros, aunque estuvieran fuera del alcance de la mayoría cuando la fotografía no era ni siquiera sueño. Los hubo esculpidos en piedra en el Antiguo Egipto o en construcciones monumentales de la Edad Media. Le siguieron los célebres de la pintura: Durero,

Guadalupe Villa Guerrero / Instituto Mora En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 23. Yo les puedo relatar toda la campaña del general Villa, dice este hombre orgulloso de estar junto al caudillo en momentos clave de su lucha revolucionaria. La sangrienta batalla por Zacatecas, el paso por la tensa convención de Aguascalientes y la derrota en Celaya forman parte de la riqueza histórica de su narración. En este 2014 se conmemoran varios centenarios que dan cuenta del agitado año que se vivió en el México revolucionario: las grandes batallas de la División del Norte encabezadas por Francisco Villa; la invasión de Veracruz por la armada estadounidense; la Soberana Convención Revolucionaria de Aguascalientes y el encuentro de Villa y Emiliano Zapata en la ciudad capital. El testimonio que aquí se presenta es el de un hombre que –deduzco-, se unió a Villa en 1913 y permaneció a

Rosalía Martha Pérez Ramírez Instituto Alfonso Vélez Pliego, BUAP En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 23. En la Puebla de 1837, la disposición del gobernador de completar el personal que se necesitaba en el ejército, era un dolor de cabeza para los jueces. ¿Con quiénes podrían completar la cuota que se pedía? Desde el cuartel menor de la calle de Herreros donde se hallaba el juzgado de paz, don Tomás Axotla caminaba diligentemente hacia la esquina de Mercaderes una tarde de primavera de 1837. Contaba con el tiempo preciso para encontrarse con sus colegas en el taller de don Manuel Zincuneguin, que por esos años era el sastre más reconocido entre las esferas poblanas. Lo mortificaba la idea de llegar tarde a la cita pero ¡qué le iba a hacer!¸ los empleados del juzgado le habían hecho una despedida esa mañana; pero más lo perturbaba que

Arturo D. Ríos Facultad de Filosofía y Letras, UNAM En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 23. En mayo de 1895 regresaba desde La Habana Leonardo Márquez, el exiliado lugarteniente de Maximiliano. Su presencia en el país generó protestas y apoyos. El periodista Ángel Pola lo acompañó en el tren que lo trajo a la ciudad de México desde Veracruz. Recuperamos aquí el relato del viaje y presentamos una rápida biografía del general a quien se acusaba por las matanzas de Tacubaya y los fusilamientos de liberales. El militar de mayor grado que defendió al imperio y pudo escapar de la justicia republicana fue Leonardo Márquez, lugarteniente de Maximiliano que, a diferencia de otros jefes como Tomás Mejía o Miguel Miramón –por no hablar del mismo emperador–, a quienes comúnmente se consideró errados en lo político, pero dignos en lo personal, arrastraba una reputación dolorosa. Inspiraba, casi

Eulalia Ribera Carbó Instituto Mora En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 23. En 24 horas alcanzó los seis metros de altura, y en nueve años de erupciones, fumarolas y vapores de agua llegó a los 410 metros. Aquella experiencia excepcional de la vulcanología moderna recorrió el mundo. Fueron los propios campesinos purépechas de la zona quienes lo bautizaron y redactaron su inédita acta de nacimiento. La tarde del 20 de febrero de 1943, Dionisio Pulido, habitante del pueblo de San Salvador Paricutín, perteneciente al municipio de San Juan Parangaricutiro, al noroeste de Uruapan, estaba trabajando en sus maizales. Era un día de labores como cualquier otro y el campesino no podía sospechar lo que estaba a punto de presenciar. Un estrecho agujero en el suelo se abrió repentinamente formando una grieta por la que se produjo una pequeña explosión. La siguió una emisión de vapor de

Paolo Riguzzi – El Colegio Mexiquense Patricia de los Ríos – Universidad Iberoamericana En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 23. La apuesta por un intercambio comercial abierto con Estados Unidos y Canadá que favoreciera el desarrollo mexicano no ha sido tan exitosa como se esperaba. Hay razones económicas internacionales que lo explican, pero parte importante de las fallas se encuentran en problemas internos que México no ha logrado superar. El Tratado de Libre Comercio de Amé- rica del Norte, entre Canadá, Estados Unidos y México (TLCAN), se suscribió en diciembre de 1992 y, tras su ratificación por los tres congresos al año siguiente, entró en vigor en enero de 1994. Cumple así 20 años de existencia, y las implicaciones de esta duración resultan evidentes si se piensa que más de un tercio de la población mexicana nació posteriormente y que otra porción importante transcurrió toda su

Ana Victoria Gaxiola Lazcano Instituto Mora En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 23. Entre las primeras disputas políticas por un México democrático figura el intento del Frente Electoral del Pueblo (FEP) de participar en las elecciones que obtendría Gustavo Díaz Ordaz. No lo dejaron, pero la campaña y persistencia de sus integrantes a pesar de la persecución, el encarcelamiento y hasta el asesinato, sentó un precedente de participación ciudadana. El 19 de abril de 1963 se dio a conocer la noticia del surgimiento del Frente Electoral del Pueblo (FEP) a través de un boletín de prensa. Allí se anunciaba la intención de formar un partido de extrema izquierda, el cual se convertiría en otra opción frente al Partido Revolucionario Institucional y los grupos de extrema derecha. Esta nueva agrupación política se organizaría de acuerdo con los lineamientos de la ley electoral vigente, a fin de poder

Edgar Sáenz López ENAH En revista Bicentenario. El ayer y hoy de México, núm. 23. Con la caída del gobierno de Victoriano Huerta se pudo dilucidar con detalles, lo que era un secreto a voces: el ex presidente y su ex vicepresidente fueron víctimas de una operación planificada con el fin de que ya muertos no fueran un obstáculo para las pretensiones de la dictadura huertista de permanecer en el poder. Sobre el periodo conocido como la Decena Trágica no todo está dicho, hay pasajes que todavía se encuentran cubiertos. Del asesinato de Francisco I. Madero, incluso, se discute quién tomó la decisión de acabar con la vida del coahuilense, ¿el gabinete emanado del cuartelazo, que inclinaba su postura para favorecer a Félix Díaz, o Victoriano Huerta y su gente? Considero que la decisión de liquidar a Madero fue de éste último, apoyado por el general Aureliano Blanquet, aunque otros

Paulina Martínez Figueroa El Colegio de México En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 23. En las largas travesías por los caminos de México, mesones, ventas y hoteles de diligencia reparaban el cansancio de los viajeros en el medio rural o urbano. Abundaban la sencillez y los descuidos en la limpieza. En algunos casos eran improvisados refugio. La habitación se compartía, y para dormir estaba el piso o una tabla. En el camino hacia su desafortunada aventura como colono de Coatzacoalcos en los años treinta del siglo XIX, Mathieu de Fossey pudo ver la ciudad de Veracruz desde la ventana de la pequeña posada donde se alojaba: Estaba sucia y hedionda la calle a donde caía la ventana de mi cuarto; y no descansaba la vista sino en montones de fango, de basura y de zopilotes; pero en compensación tenía también la de la mar, que se

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