Reloj de Arena
20 de mayo de 1863. El presidente Benito Juárez informa a la nación que la ciudad de Puebla acaba de sucumbir ante el invasor y la convoca a no perder el ánimo y probar a todas las naciones que la república no desmayará. Anuncia que la capital se defenderá hasta la última extremidad “tanto como todos nuestros lugares” y que su gobierno promoverá con ahínco “la resistencia y el ataque a los franceses“, sin oír proposición alguna de paz que ofenda la independencia, la soberanía plena, la libertad y el honor de la patria. 15 de junio de 1813. José María Morelos se alegra de que Carlos María de Bustamante, amigo de la lucha por la independencia y reconocido editor de periódicos, se traslade con su familia a residir a Oaxaca. Allí “le dice” descansará unos días de gachupines y criollos, pues ambos nos hacen padecer; y yo no dejaré…
El botánico de Nueva España. José Mariano Mociño
Rodrigo Méndez Hernández Facultad de Filosofía y Letras, UNAM En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 20. Las leyendas de los grandes nombres del pasado no necesariamente se gestan a partir de la rememoración de hazañas ambiciosas, sino gracias a acciones llevadas a cabo por el puro amor desinteresado hacia cosas tan sencillas como el conocimiento o la naturaleza, destinadas a quedar grabadas en los anales de la civilización y la cultura. José Mariano Mociño fue uno de los máximos exponentes de la ciencia novohispana, quien sacrificó todo, incluso hasta el último céntimo de su humilde peculio, por velar la memoria de seres tan callados pero tan acostumbrados a nosotros que si pudieran hablarnos lo harían: las plantas y los animales. Y es que la historia de la ciencia mexicana no sólo corresponde al periodo en el que las instituciones y las disciplinas básicas se profesionalizaron, es…
La primera independencia de Texas. Bernardo Gutiérrez de Lara y su experimiento republicano, 1811-1813
Jesús Hernández Jaimes Facultad de Filosofía y Letras, UNAM En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 20. Para insurgentes como José María Morelos y Pavón, Texas no estaba considerada para integrar la nación proyectada. Formalmente pertenecía a Nueva España, pero estaba demasiado distante de la ciudad de México, escasamente poblada, pocas noticias llegaban desde allí y lo que ahí ocurría, se juzgaba, no tenía incidencia en el devenir del resto de Nueva España. Por otra parte, los estadounidenses no ocultaban sus anhelos de incorporar este territorio al suyo. Lo consiguieron unos años después. Una consecuencia de esta realidad ha sido el relativo abandono y olvido de la historia de Texas durante la insurrección iniciada en 1810. Las investigaciones de historiadores han mostrado que sus habitantes no fueron ajenos a las conmociones políticas y militares del periodo. En seguida contaremos la historia del proyecto independentista y republicano –para…
Símbolos, ceremoniales y fiestas de palacio durante el Segundo Imperio Mexicano
Carlos de Jesús Becerril Hernández Instituto Mora En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 20. Maximiliano y Carlota se esforzaron por forjar una identidad nacional y asegurar la lealtad de partidarios para neutralizar a sus enemigos. Pero la incapacidad de la Hacienda pública impidió sostener la monarquía como modelo político. La política imperial y sus múltiples parafernalias no podían costearse en medio de la guerra civil, la bancarrota hacendaria y las amenazas externas. Algunos sectores conservadores descontentos con el triunfo del partido liberal en la guerra de Reforma (1857-1860) decidieron jugarse su última carta al promover una intervención extranjera con el fin de instaurar una monarquía encabezada por un príncipe europeo. En tanto que ésta fracasó, la historiografía liberal triunfante se encargaría de negar al imperio su existencia real, formal, jurídica e institucional. A los imperialistas se les condenó a ser los traidores de los traidores en…
La muerte niña en la fotografía de Romualdo García
José Luis Gomez El Colegio de Michoacán En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 20. El fotógrafo guanajuatense testificó la costumbre de una época: retratar a bebés y niños fallecidos para conservar su memoria. Aquello que era normal para la clase alta a través de la pintura, García lo masificó con la fotografía entre los sectores menos pudientes, en la segunda mitad del siglo XIX. Para guardar un recuerdo de su corta vida y celebrar la muerte de un niño en el siglo XIX y principios del XX se hizo costumbre tomarle fotos. Este ritual, conocido como la muerte niña, surgió en Europa y llegó a América en el siglo XVII. En la primera mitad del siglo XIX, a través de la pintura se representaba a los pequeños difuntos con imágenes de angelitos, como si estuvieran vivos y llegando al cielo. Ya en la segunda mitad de…
Los retratos del general y la imagen del presidente
Roberto Fernández Castro Facultad de Filosofía y Letras, UNAM En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 20. Porfirio Díaz supo aprovechar la fotografía para cuidar una imagen sin emociones ni sentimientos, de un militar frío, inquebrantable y de mano dura. Ya en la ancianidad, se retrataba como un patriarca austero y benigno. De héroe militar republicano a estadista y constructor de una nación moderna. El culto porfirista sería sustituido luego de su caída por un antiporfirismo igualmente poderoso. ¿Qué clase de persona fue Porfirio Díaz? La pregunta que el periodista y caricaturista Carlo de Fornaro se hizo, y que con tremenda saña respondió en las páginas de su libro Díaz, zar de México (1909) no puede ser extraña para un biógrafo, pero a veces lo es para el historiador, sobre todo cuando nos olvidamos de la importancia de nuestro trato con las personas del pasado, o cuando…
Adolfo López Mateos exhuma a Madero
Harim Benjamín Gutiérrez Márquez UAM-Xochimilco En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 20. Los festejos en 1960 por los 150 años de la independencia y medio siglo de la revolución mexicana se convirtieron en una autocelebración. Había logros políticos y económicos, pero a los opositores apenas se les reconocía legitimidad. Durante muchos años los restos de Francisco I. Madero yacieron en el Panteón Francés de La Piedad. Su reposo terminó el 18 de noviembre de 1960, cuando los sepultureros Vicente Alcántara Martínez y Fidel Reyes los exhumaron para colocarlos en una bolsa forrada de seda. Luego fueron puestos en una urna y entregados a sus familiares, quienes los llevaron a una capilla para celebrarles una misa; afuera, guardando las formas del Estado laico, permanecían varios funcionarios gubernamentales. Terminada la misa, una escolta militar trasladó los huesos a la Cámara de Diputados, donde los instalaron al pie de…
Al acecho de “La Bestia”
Cecilia SuA?rez Trueba En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 20. ¿Porqué, a pesar de los peligros de muerte y complejidades del trayecto, los migrantes centroamericanos siguen intentando desesperadamente cruzar a Estados Unidos? El hambre, la falta de empleos bien remunerados, la inseguridad y la violencia en sus países de origen, entre otras muchas problemáticas, obligan a que la migración parezca ser la única opción. Fue a finales del 2006 cuando tuve la ocasión de encontrarme por primera vez con la realidad de la migración centroamericana, cuando empecé a trabajar con un sacerdote jesuita en Acayucan, Veracruz. Una mañana recibimos una llamada, solicitándonos urgentemente apoyo para dar de comer a los 200 migrantes que llegarían a la comunidad de Medias Aguas, Veracruz. La Bestia, como los migrantes conocen al tren, había estado varada por varios días y acababa de reanudar su circulación. Sabíamos que todos los migrantes…
Alameda Central de la Ciudad de México. Cuatro siglos de remodelaciones
Eulalia Ribera Carbó Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 20. Cuando en 1592 se iniciaron los trabajos de jardines en lo que hoy es la Alameda capitalina, los anegamientos eran una constante. El ganado compartía el lugar con un tianguis. Durante décadas formó parte del esplendor del virreinato, el Porfiriato lo hizo uno de sus símbolos y en el último siglo los remozamientos fueron a la par de la estética de los momentos políticos. El jardín de la Alameda Central de la ciudad de México fue reabierto el 26 de noviembre de 2012 para gozo de los paseantes, con el anuncio de que, luego de ocho meses de haberle sometido a intensos trabajos de remodelación y limpieza, los mexicanos recobrábamos parte de nuestra historia. Lo cierto es que, más que recobrarla, esta última actuación en la Alameda escribió…
Los primeros pasos de la ciencia ficción mexicana
Miguel Ángel Castro Instituto de Investigaciones Bibliográficas, UNAM En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 20. México en el año 1970 fue la segunda obra de ciencia ficción que recoge la literatura mexicana. Escrita hace 169 años, sus dos personajes hablan de una ciudad culta de 800 000 habitantes, un mundo de profesionales calificados, calles iluminadas, justicia impoluta y una paz construida con base al combate a la corrupción de los funcionarios públicos. Presentamos el cuento escrito bajo el seudónimo de Fósforos. Vale recordar el éxito editorial que tuvieron hacia finales del siglo XIX las obras de Julio Verne y, más tarde, las de H. G. Wells, que contribuyeron, sin duda, a que fueran consideradas lecturas de entretenimiento provechoso, sobre todo para los jóvenes, y le confirieron a las aventuras científicas, sin proponérselo tal vez, un lugar destacado y propio en la cultura escrita al arranque del…