Minutos que cambiaron la historia: Pedro Lascurain y la Decena Trágica
Graziella Altamirano / Instituto Mora Revista BiCentenario # 19 La historia resolverá serenamente sobre mi actitud; estimo demostrar con ella mi lealtad a quien me honró con su confianza, y mi amor a mi patria. Nunca olvidaría aquel 19 de febrero de 1913, cuando fue presidente de México por unos minutos, y tuvo prácticamente en sus manos, no sólo la vida del mandatario que acababa de renunciar, sino el destino del país y no pudo hacer nada para evitar el desenlace fatal. Poco antes de morir, a sus lúcidos 93 años, accedió a dar su última entrevista a la prensa, pese a que no le gustaba recordar aquellos tiempos, y repitió, como lo hizo siempre, que su único propósito “había sido obtener garantías que pusieran a salvo la vida del señor Madero, el apóstol de la revolución. Fue el malvado engaño, porque muy pocas horas después de serme garantizada la
El sonado caso del ministro Joannini. Suicidio, política y juego en la ciudad de México, 1879-1882
Fausta Gantés / Instituto Mora Revista BiCentenario # 18 Escena inicial El sonido de un balazo atraves el aire. Eran las diez y media de la mañana del 20 de marzo de 1882. El cuerpo de Luis Joannini Ceva, conde de San Miguel, ministro plenipotenciario de Italia en México, yacía tendido en el piso de su estudio en medio de una gran mancha de sangre que fluía desde el orificio abierto en la sien derecha provocado por una bala que acababa de dispararse con la pistola que un poco antes compró en una armería de la ciudad. Arribo, presentación y éxito social El baile de máscaras había sido un éxito rotundo. El ministro italiano y su esposa realmente se esmeraron en hacer de esa la recepción más elegante e importante del año, tanto asó que el esplendor de la fiesta alumbraría aún por mucho tiempo a la sociedad mexicana y varios
México y los mexicanos en las páginas de National Geographic (1910-1919)
MAi??xico es, sin duda, uno de los paAi??ses que mA?s ha llamado la atenciA?n de la revista National Geographic a lo largo de sus mA?s de cien aAi??os de vida.
“Madre coraje” y la familia Prestes en México, 1938-1945
La prensa mexicana del 15 de junio de 1943 se vio desbordada de noticias y avisos fúnebres alusivos a la muerte de Leocadia Felizardo Prestes.
Aventuras de un diplomático en México
DespuAi??s de la derrota de MAi??xico por Estados Unidos en 1847, el presidente James K. Polk enviA? como comisionado a Nathan Clifford, su procurador general, con la misiA?n de negociar la A?ltima etapa del tratado de paz.
Las utopías agrícolas de Michoacán desde la colonia hasta el siglo XX: Una historia con tres momentos
Pareciera que MichoacA?n es un lugar predilecto para las utopAi??as. Y es que ellas se han intentado en tres momentos que, aunque terminaron sin frutos perdurables luego de la muerte de sus promotores, sAi?? dejaron una huella importante en el espAi??ritu humano que, a la fecha, podemos apreciar y recuperar. El primer momento se dio a finales del siglo XVI, cuando algunos europeos de buena voluntad miraron al continente americano como un espacio de regeneraciA?n.
Esta fue su bandera
María Eugenia Arias Gómez / Instituto Mora BiCentenario #16 Mire, señor Madero, si yo, aprovechándome de que estoy armado, le quito su reloj y me lo guardo, y andando el tiempo nos llegamos a encontrar, los dos armados con igual fuerza ¿tendría derecho a exigirme su devolución?… Sin duda, le dijo Madero; incluso le pediría una indemnización… Pues eso, justamente termina diciendo Zapata, es lo que nos ha pasado en Morelos, en donde unos cuantos hacendados se han apoderado por la fuerza de las tierras de los pueblos. Mis soldados (los campesinos armados y los pueblos todos) me exigen diga a usted, con todo respeto, que desean se proceda desde luego a la restitución de sus tierras. Hace cien años, Emiliano Zapata Salazar se suma a la Revolución en 1911. Este jefe morelense, que inicia con unos cuantos seguidores en su entidad, reúne a miles durante el curso revolucionario en el
De fotógrafos y fotografías en Campeche
José Manuel Alcocer Bernás / Cronista de Campeche BiCentenario #16 La fotografía se ha convertido con el paso del tiempo en un documento histórico. A través de las imágenes captadas podemos revivir tiempos pasados, reconocer en ellas cómo ha ido evolucionando una ciudad, cómo era la arquitectura, sus habitantes, cómo vestían e incluso conocer las comidas que formaban parte de las tradiciones de un país, una ciudad, un pueblo o incluso una familia. Mirar las imágenes captadas por la lente de fotógrafos distintos que en diversas épocas retrataron a Campeche, nos permite conocer la evolución histórica de la ciudad amurallada. Imágenes permanentes que dan cuenta de cómo Campeche se ha ido transformado gracias a las fotografías tomadas por un aficionado o por uno profesional, de estudio. Su labor captó la vida cotidiana de la ciudad. Para empezar a saber acerca de cómo se fue recogiendo en fotografías la imagen de
Epigmenio González. Querétaro: los primeros días
BiCentenario #9 Cuando don Epigmenio González concluyó su relato ante los miembros de la Sociedad Literaria La Esperanza el día 28 de diciembre de 1853 debía haber experimentado un gran alivio. ¡Por fin se había liberado de los recuerdos que tantos años lo oprimieron, sin poder hablar de ellos,por lo menos hasta que volvía México y aun después, pues entonces pocos le creían y no faltó quien lo tomara por loco! Se había liberado, sí, pero algo que mucho le alegraba era compartirles con personas tan notables como don Jesús López Portillo y don José María Vigil, ellos, sin duda, no permitirían que se perdieran y así se transmitirían de generación en generación. Y es que para don Epigmenio su verdad era menester para completar la historia del tiempo en que México había nacido, tiempo que, a la larga, fue feliz para la patria pues ganó su independencia, aunque infeliz
Un Ángel para la nación
Ana Buriano C. / Instituto Mora BiCentenario #9 “El día que Madero entró hasta la tierra tembló” fue la tonadilla que acuñaron las decenas de miles de habitantes de la Ciudad de México que fueron a recibirlo el 7 de junio de 1911. Los capitalinos lo recordaban como el temblor más intenso del que tenían memoria. Algún derrumbe se produjo en un cuartel de artillería por la Ribera de San Cosme, hubo cuarteaduras en edificios públicos y en muchas casas de Santa María la Ribera, uno de los barrios más dañados. Sin embargo, el “temblor Madero” quedó opacado por el sismo social que sacudía al país y produjo quizá menos especulaciones que el pasar del cometa Halley, poco más de un año antes. Pese a la intensidad del movimiento la majestuosa columna conmemorativa, rematada en su capitel por una Victoria alada recubierta en oro, que se había inaugurado poco más
