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Revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 46. Durante la mayor parte del siglo XIX mexicano, la sociedad estuvo atenta al llamado de las armas, para responder con el fusil en la mano o esconderse del reclutamiento forzoso. Intervenciones extranjeras, guerras intestinas, pronunciamientos, asonadas y motines fueron el pan de cada día. El “mexicanos al grito de guerra” del himno nacional compuesto en esos años, nos representaba a la perfección; al mismo tiempo, nuestra historia patria se llenó de los héroes y villanos de las diversas batallas de aquel agitado siglo. La edición de BiCentenario que tiene en sus manos busca explicar y entender a esta sociedad armada, no sólo a las figuras preponderantes de los ejércitos en conflagración, sino también al soldado anónimo que dio su vida por la formación de este país. Abrimos este número con el artículo de Eduardo Orozco, quien cuestiona que en la…

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En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 44. Los desencuentros del Estado mexicano con la Iglesia católica tuvieron su punto de inflexión en la primera mitad del siglo pasado, pero no fueron los únicos. Hacia 1865 Maximiliano intentaba acercarse al clero, que lo veía con absoluto recelo. El emperador propugnaba la identificación del régimen con la imagen de la Virgen de Guadalupe ya incorporada por los sectores populares como parte de la identidad mexicana. Necesitaba una manera de encontrar un punto de unión, a pesar de los conflictos internos, y ese pretendía que fuera su estandarte. La peregrinación del 12 de diciembre de ese año y la ceremonia religiosa en la que participó fueron parte de los intentos de convertir a la virgen en insignia de la corona y elemento legitimador en el plano religioso. Lo simbólico, que siempre ha formado parte de las acciones políticas, lo…

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Darío Fritz Instituto Mora En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 34. Cada pueblo se arma con sus mejores riquezas económicas y culturales para desarrollarse, crecer y presentarse ante el mundo. Las materias primas fueron el hilo productivo desde el cual México  fue cimentando su progreso, acompañado con el tiempo por las manufacturas de elaboración propia. Pasada la mitad del siglo XIX ya se daban pasos concretos para que el cultivo del maguey de aguamiel diera lugar a una producción del pulque que con la inversión en infraestructura permitiera llevarlo a la mayor parte posible de los rincones del país. El proceso productivo venía del siglo anterior y aunque tuvo un impulso destacado a finales del Porfiriato cuando se consolidó la “aristocracia pulquera”, fue después de 1860 que se buscó afianzar su producción. Aquello fue una de las experiencias exitosas para potenciar el impulso científico y empresarial…

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En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 43. Hubo un tiempo, entre finales del siglo XIX y la primera década de 1900, en que el maíz, el frijol y los chiles no estaban bien vistos en la mesa de algunos mexicanos. Las élites gobernantes, preocupadas por contribuir al progreso nacional, consideraban, sin conocimientos científicos que lo acreditaran, que se debía modificar la precariedad en los hábitos alimentarios de los sectores populares, especialmente campesinos e indígenas. El prejuicio sociocultural intentó aportar nutrientes con la introducción del trigo en sustitución del maíz. La tortilla, se argumentaba, debía pasar a segundo plano para darle prioridad al consumo de panes y galletas. Sin embargo, la alimentación del pueblo permanecía arraigada en sus tradiciones. Tortillas, frijoles, manteca, hortalizas y algunas frutas circulaban con normalidad, como parte de lo que hoy llamamos canasta básica. Y sí incorporaron el trigo a sus tradiciones alimenticias,…

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En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 40. Remar a contracorriente requiere de fortalezas inusitadas, vehemencia, templanza y un compromiso imperturbable con la razón que lo mueve. Algo así atesoraron una serie de hombres de las letras que en 1920, en pleno proceso de afirmación posrevolucionaria y de creación del discurso nacionalista que legitimaba al nuevo régimen y cohesionaba al país, se propusieron integrar a México al mundo con apertura de pensamientos e ideas, en un afán cosmopolita. Jaime Torres Bodet, Bernardo Ortiz de Montellano, Enrique González Rojo, José y Celestino Gorostiza, Salvador Novo, Xavier Villaurrutia, Jorge Cuesta y Gilberto Owen fueron algunos de esos intelectuales que plantaron cara a una estructura simbólica del pensamiento oficial que justamente hacía hincapié en la frontera entre lo mexicano y las demás culturas. Los Contemporáneos, como se hicieron llamar, no recalaron en manifiestos que los pudieran definir ni legislaciones que…

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En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 37. En un México como el de la mitad del siglo XIX en el que dominaban los privilegios de las corporaciones militares y eclesiásticas, aunado al poder económico de comerciantes y grandes propietarios, la emergente clase media de pequeños propietarios y profesionales encontró en hombres clave para ese momento como el jalisciense Mariano Otero, figuras visionarias en la construcción y dirección de un país con mayores igualdades, federalista y en el que los derechos individuales fueran respetados. Hace 170 años, este brillante jurista y político impulsó y logró incorporar en las discusiones que dieron lugar al Acta Constitutiva y de Reforma de 1847, el Juicio de Amparo, plasmado como un instrumento del liberalismo jurídico decimonónico para garantizar los derechos fundamentales de los ciudadanos, y que hasta el día de hoy representa el principal recurso jurídico al que han recurrido diversos…

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En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 35. La historia lineal de los vínculos entre las naciones parece necesitar de algunos nudos y enredos que las paralizan por un tiempo hasta encontrar quienes los desaten para inyectarle mayor energía y volver a avanzar sin piedras ni lodos que la atoren. En ese lapso de marañas abunda el griterío y el desentendimiento, la amenaza de la fuerza y el golpeteo incesante de la descalificación. Desde una de las trincheras se lanzan fuegos artificiales que obligan a agazaparse del otro lado, hasta que la pólvora deje de iluminar el cielo por cansancio de los artilleros o pérdida de eficiencia. Juegan al límite, pero en el fondo la pólvora sirve para intentar imponer condiciones aunque no caerá a tierra. Podrá haber daños, pero no destrucción. Las necesidades de convivir están implícitas y terminan por imponerse. Que de la noche a…

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En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 29-30 Crueldad, miserias humanas, hambre, dolor, pérdidas, forman parte de las huellas imborrables de las guerras con las que sus sobrevivientes tienen que lidiar por el resto de sus vidas. Una aceitada maquinaria compleja de poder económico, estrategia y liderazgo marcan la diferencia entre el triunfo y la derrota. Los grises y los matices desaparecen con ella. Se está de un lado o del otro. Lealtades y traiciones forman parte indivisi­ble de su fisonomía, y si no se las conoce y anticipa el límite entre ellas se quiebra con la misma resonancia en que una bala viaja desde la boca del fusil hasta destruir el corazón del combatiente. Al edificar su División del Norte que la hiciera imbatible y a prueba de batallas, Francisco Villa tejió relaciones y vínculos con un trío de hombres que además de prometerle lealtad a la…

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En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm. 28 En mayo de 1949 el cineasta Arcady Boytler y su esposa Lina recibieron un inesperado regalo. Era un autorretrato que al­gunas décadas más tarde adquiriría un valor impensado para esa época. La pintura llevaba el nombre de El venado herido y estaba acompañada de unos versos dedicatorios en octosí­labos donde su autora les pedía que la recordaran en su futura ausencia. Consciente, se anticipaba a lo que prefiguraba como irremediable. Cinco años más tarde aquella amiga del regalo, Frida Kahlo, moría. La vida multifacética de Frida está enmarcada en su co­tidianidad por un permanente vínculo con el mundo de es­plendor de la cinematografía de mitad del siglo XX. Si ha sido un imán para el cine, tanto en vida como en las películas y documentales que la retrataron, en los cortos años en que fue erigiéndose su figura artística,…

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En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México, núm.  21. A toda etapa de transformaciones profundas en la vida institucional de un país le sigue la de consolidar los logros y esfuerzos, una tarea que muchas veces suele resultar más compleja aun que aquella de sembrar. La revolución mexicana, después de años de batallas, sangre derramada y los dolores intrínsecos propios que deja toda conflagración civil, necesitaba afianzarse. Poner la obra en marcha requería, entre otras medidas de cirugía mayor, tener a sus fuerzas militares disciplinadas y bajo control. El texto que identifica nuestra portada de Bicentenario 21 echa luz sobre un momento complejo de la historia posrevolucionaria como lo fue la necesidad de establecer las bases de lo que sería el ejército mexicano. Los historiadores difieren sobre el momento en que comenzó aquella etapa clave para las tropas revolucionarias. Como lo explica Martha Beatriz Loyo, unos lo sitúan…

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