John Lloyd Mecham, pionero de la historia colonial neovizcaína

John Lloyd Mecham, pionero de la historia colonial neovizcaína

Francisco Durán / UNAM.

En revista BiCentenario. El ayer y hoy de México / Durango 450 años de historia, edición especial.

A partir de una tesis presentada en 1923, el autor estadounidense dejó una huella decisiva sobre lo que fuera la época colonial en el norte de México. Su investigación se convirtió en una lectura obligada para que otros historiadores abordaran temas que él dejó subyacentes, como el estudio etnográfico de las tribus autóctonas, las fundaciones de ciudades alrededor de las minas y la colonización de regiones y poblados.

John Lloyd Mecham, retrato.
John Lloyd Mecham, retrato.

Cuando pasaron a manos estadounidenses los territorios que México perdió en la guerra de 1847, las nuevas posesiones mantuvieron consigo a la población y su raíz hispánica, lo cual coadyuvó a que académicos de Estados Unidos se interesaran en la historia latinoamericana. Un ejemplo de ello es William Prescott, con sus obras La conquista de México y La conquista del Perú.

Al establecerse como estados de la unión americana, en las otrora tierras mexicanas comenzaron a desarrollarse gobiernos independientes y se abrieron universidades. En ellas, pasado el tiempo, se consideró que para la enseñanza de la historia local había que tomar en cuenta sus antecedentes: fundación, colonización y desarrollo bajo la corona española, primero; y luego, bajo el gobierno de la república mexicana. William Hickling Prescott es, sin duda alguna, el precursor de este revisionismo en la historia estadounidense. Sucesor de este, Hubert H. Bancroft dio un impulso académico muy grande al estudio de los temas nativos e hispanoamericanos, amén de ser el primer gran recopilador de documentos, libros y escritos sobre la historia de América Latina; y, por ende, el que estableció los centros de acopio y colecciones de materiales latinoamericanos que hoy conocemos. Estos nuevos enfoques quitaron al academicismo estadounidense la visión egocéntrica del mundo anglosajón y abrieron, a las entonces nuevas generaciones, el estudio y conocimiento de otras culturas con una noción más universal de la historia.

En este panorama de renovación académica interviene John Lloyd Mecham, un joven aspirante a doctor en historia que presentó, hace 90 años, su tesis sobre la conquista de la Nueva Vizcaya. Su investigación, publicada cinco años después, se convirtió en la piedra angular de otros trabajos. Hoy queremos reconocer a este historiador, pionero de los estudios sobre la colonia, que volvió a poner en el tapete académico el escrutinio de la historia novohispana.

Mapa de Nueva EspaAi??a en 1722, se logra ver el territorio de la Nueva Vizcaya, actualmente el estado de Durango. Guillaume de Lisle, Mexique, Floride, Terres Angloises, Isles Antilles, A?msterdam, Covens & Mortier, 1730.
Mapa de Nueva España en 1722, se logra ver el territorio de la Nueva Vizcaya, actualmente el estado de Durango. Guillaume de Lisle, Mexique, Floride, Terres Angloises, Isles Antilles, Ámsterdam, Covens & Mortier, 1730.

John Lloyd nació en San Bernardino, California, el 16 de julio de 1893; hijo de Stephen Mecham y Lucia Preciado, de origen mexicana, realizó sus estudios de bachillerato en la escuela de su pueblo natal, para luego ingresar a la Universidad de California en Berkeley. Allí obtuvo en 1916 la licenciatura en Historia, y un año después el grado de maestría en la misma universidad. Con su tesis entró en contacto con la historia de la Nueva Vizcaya, al hacer un estudio paleográfico de transcripción, traducción y análisis de la expedición de Francisco Sánchez Chamuscado y fray Agustín Rodríguez, sobre el rescate de frailes franciscanos “en manos de indígenas”, en lo que es ahora el estado de Durango. Fue en esta época cuando se enlistó en el ejército de su país, como miembro de la asistencia médica en ambulancias para el traslado de heridos, durante la primera guerra mundial. Terminada la conflagración, Mecham permaneció en Europa y se inscribió en la Universidad de Londres en la primavera de 1919. Regresó a California para terminar sus estudios de doctorado, alentado por sus maestros, pero también motivado por su ascendencia mexicana se interesó en la historia de la conquista de la Nueva Vizcaya. Becado, viajó a España para trabajar en el Archivo de Indias en Sevilla, donde encontró el material requerido para su tesis sustentada en 1923 bajo el título “Francisco de Ibarra y la Nueva Vizcaya”, y publicada como libro con el mismo nombre en 1927.

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