Correo del lector # 19: Correo del lector

Correo del lector # 19: Correo del lector

CORREO DEL LECTOR

Cartas
El consejo editorial agradece infinitamente los comentarios favorables sobre nuestra revista. Deseamos siga siendo del agrado de los lectores.

¡Saludos Instituto Mora! Antes que todo les quiero dar las gracias por el invaluable material fotográfico e histórico que generosamente dan a conocer y felicitarlos de manera sincera y efusiva porque nos muestran y enseñan aquel México que está olvidado por las guerras fratricidas disfrazadas de combate al narcotráfico y crimen organizado. Su labor es digna de admirarse (y no soy político). Gracias y sigan con su tarea, por favor.

Víctor Manuel Romero Cervantes

Me gusta mucho leer BiCentenario, y me encanta encontrarla en línea.
¡Gracias!
Andrea Vicencio

Muy interesante el artículo de Mario Ramírez Rancaño sobre el matador Rodolfo Gaona [publicado en el núm 4]. Estoy haciendo un trabajo bibliográfico donde incluyo algunas de sus hazañas.
Nora L. Castillo

Me gustó su artículo sobre Rodolfo Gaona. Les cuento que, en mi casa, hay una estatua de cantera de él muy antigua. Un artista de mi pueblo llamado Jesús Báez lo admiraba mucho y la esculpió hace bastante tiempo y la estatua la compró mi familia hace ya como 50 años. ¡Toda una obra de arte!
Francisco Lozano

Consulta
Me gustó mucho el artículo sobre el ballet en México. ¿Saben algo de la señorita Taglioni, la famosa bailarina del siglo XIX? A?Estuvo en México?
Esaú Ramírez

Respuesta
Marie Taglioni no visitó nuestro país, pero sin duda influyó en su ballet. Nacida en Suecia en 1804, sus padres fueron un coreógrafo italiano y una bailarina sueca. Desde niña practicó la danza, haciéndose muy famosa a partir de su presentación en La sílfide (1832), ballet creado por su padre para mostrar el talento de su hija. Se dijo de ella que parecía un cuerpo astral. Se convirtió en una de las más talentosas representantes del ballet romántico en los grandes teatros europeos. Causó escándalo cuando, deseosa de lucir su excelente baile de puntas, recortó el largo de la falda. Dejó el escenario en 1847, si bien después alentó la formación de cuerpos de ballet, fue jurado en varios premios y enseñó a niños y damas de sociedad. Murió en 1884.